El Litoral
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, defendió este lunes la celebración de un referéndum sobre el autogobierno en Cataluña para resolver la crisis independentista en la región que promete seguir marcando la agenda política del país.
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Pedro Sánchez consideró que la crisis independentista se resolverá votando. Pero "en un referéndum por el autogobierno, no por la autodeterminación", aclaró en una entrevista con la radio Cadena Ser en el inicio del nuevo curso político en España tras el parón estival.
El mensaje de Sánchez alude al Estatuto de Cataluña (una suerte de Constitución regional) que fue aprobado por el Parlamento en Barcelona pero modificado luego por el Tribunal Constitucional español en 2010, uno de los orígenes de la escalada secesionista.
Cataluña es "el único territorio que tiene un Estatuto que no ha sido votado por los ciudadanos", reconoció el líder socialista, que insistió por eso en reparar esa anomalía reformando el Estatuto y sometiéndolo a la aprobación de los catalanes.
"Queremos dialogar", continuó Sánchez. Sin embargo, insistió también en que su Gobierno ordenará una nueva intervención de la autonomía de Cataluña si los líderes independentistas vuelven a la desobediencia y la unilateralidad, como ocurrió el año pasado.
El doble mensaje de Sánchez -apuesta por el diálogo y la firmeza de la ley- marca el camino del discurso del Gobierno central los próximos meses, que se esperan turbulentos en Cataluña por el aniversario del referéndum independentista ilegal celebrado el 1 de octubre de 2017 o los juicios a los líderes soberanistas procesados.
La respuesta desde Barcelona llegó de inmediato. El presidente del Gobierno catalán, el independentista Quim Torra, reclamó a Sánchez soluciones concretas para la región y dejó claro que no modificará su política de ruptura con España.
"Me parecería una falta de inteligencia política enorme si alguien se pensara que, en este momento, con presos políticos y exiliados, podemos ir a una reunión y no hablar del tema que preocupa a una mayoría de catalanes", sostuvo Torra en una entrevista con el canal autonómico catalán TV3
El independentismo considera "presos políticos" a los líderes procesados por el plan secesionista en la región y "exiliados" a los que huyeron a otros países como Bélgica o Suiza para evitar a la Justicia española, entre ellos el antecesor de Torra, Carles Puigdemont.
Torra apostó por el diálogo con Madrid, pero al mismo tiempo amenazó con "ir hasta el final" en su plan soberanista y pidió "una movilización permanente de la ciudadanía" en Cataluña. Sobre los juicios a los independentistas presos, aseguró que "cualquier sentencia que no sea la absolución será injusta".
El primer día hábil tras la pausa estival de agosto expuso así el ajedrez político que seguirá dominando la agenda del país los próximos meses, pese a otros desafíos de envergadura como el drama de la migración, la amenaza de inestabilidad económica o la dificultad de Sánchez para gobernar con minoría en el Congreso.
Con información de dpa.