Los nuevos 403.738 casos elevaron a más de 22 millones el total en India desde el inicio de la pandemia, mientras que los muertos ya son más de 240.000, informó este domingo el Ministerio de Salud.
India registró este domingo 4.092 muertes por coronavirus y más de 400.000 nuevos casos en las últimas 24 horas, luego de haber superado el sábado por primera vez los 4.000 fallecidos en un día en medio de un catastrófico brote y de una lenta campaña de vacunación.
Los nuevos 403.738 casos elevaron a más de 22 millones el total en India desde el inicio de la pandemia, mientras que los muertos ya son más de 240.000, informó este domingo el Ministerio de Salud.
El primer ministro indio, Narendra Modi, está siendo presionado para declarar una cuarentena en todo el territorio, una medida que ya adoptaron muchos estados pero que el premier viene demorando por el alto costo que eso implicaría para la economía.
India es el segundo país del mundo más afectado por el coronavirus, solo después de Estados Unidos.
Pero mientras este último lleva adelante una avanzada campaña de vacunación, con más del 32% de la población inoculada, India, que tiene más de 1.300 millones de habitantes, apenas alcanzó a inyectar al 2,3% de la población.
India había contenido relativamente bien la primera ola de contagios, pero se sumió en una fuerte segunda ola a partir de fines de febrero luego de multitudinarias festividades religiosas y elecciones en varios estados.
El incremento de contagios se atribuye a una variante más transmisible del virus.
La jefa científica de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Soumya Swaminathan, dijo este domingo en una entrevista en Ginebra que la mutación india tiene características que podrían hacer a las vacunas menos efectivas.
Swaminathan, pediatra e investigadora india, dijo a la agencia de noticias AFP que la variante B.1.617, que se detectó por primera vez en octubre en su país, fue sin lugar a dudas un factor que incrementó la epidemia.
Esta variante podría ser clasificada por la OMS en la lista de las consideradas más peligrosas que el coronavirus original, por su mayor propagación, su capacidad para anular las defensas que brindan las vacunas, aumentando la tasa de mortalidad entre los pacientes afectados, consideró la científica.
La variante B.1.617 "presenta mutaciones que aumentan la transmisión y que además pueden, potencialmente, volverla resistente a los anticuerpos desarrollados mediante la vacunación o la contaminación natural", explicó.
Sin embargo, no se puede señalar sólo a esta variante del aumento espectacular de casos en India, que parecería haber bajado la guardia demasiado temprano, con "grandes concentraciones masivas", indicó.
En un país tan vasto como India, el contagio puede continuar en forma silenciosa durante meses.
"Esas primeras señales fueron ignoradas hasta que (las transmisiones) alcanzaron un punto de despegue vertical", continuó.
Por ahora, es muy difícil combatir al virus "porque la epidemia afecta a miles de personas y se multiplica a un ritmo muy difícil de detener", señaló Swaminathan, advirtiendo que sólo la vacunación no sería suficiente para recuperar el control de la situación sanitaria.
"Tomaría meses, tal vez años, para alcanzar una tasa del 70 al 80%" de la población inmunizada, de acuerdo a la investigadora.
En un futuro próximo, serán necesarias medidas sociales y sanitarias ya comprobadas para atajar la epidemia, advirtió.
Además, el nivel de la epidemia en India aumenta el peligro de aparición de nuevas variantes todavía más peligrosas.
"Cuanto más se replica, se difunde y se transmite el virus, más aumenta el peligro de mutaciones y adaptaciones", subrayó la científica.
"Las variantes que sufren un gran numero de mutaciones podrían eventualmente volverse resistentes a las vacunas que tenemos en la actualidad", sentenció.
"Éste será un problema para todo el mundo", apostilló Swaminathan.
Con información de Télam