El brutal choque entre un tren y un camión derivó en una inmensa explosión que tomó por sorpresa a los habitantes de la Isla de Java, en Indonesia. El accidente tuvo lugar el pasado martes en la ciudad de Semarang. Según precisó la BBC de Indonesia, el transporte de carga se detuvo sobre las vías del tren por un desperfecto.
De acuerdo al reporte policial, el vehículo se movilizaba en dirección norte cuando se descompuso repentinamente. El conductor intentó reanudar la marcha repetidas ocasiones pero sin éxito. Mientras esto ocurría, transeúntes se acercaba al rodado para advertir al automovilista y su acompañante sobre el arribo del tren.
Ambos lograron descender del automóvil instantes antes de producirse la colisión. El camión, por su parte, no tuvo la misma suerte. Tal y como muestran las imágenes que circularon en redes sociales, la formación se lo llevó por delante y lo arrastró unos metros hasta explotar y quedar envuelto en llamas.
Varios vecinos que se encontraban en el lugar fueron vistos huyendo de la escena, incluidos aquellos que se movilizaban en auto.
El foco de incendio se extendió sobre la zona de los rieles por varios minutos. Una vez cesó, se procedió a evacuar a los 626 pasajeros que viajaban a bordo del tren. El Jefe de Relaciones Públicas de la empresa de transporte, Kombes Pol Iqbal Alqudusy, alegó que una sola persona sufrió heridas leves como resultado del incidente.
Mirá tambiénVideo: estalló el motor de un cohete espacial en plena pruebaPor su parte, un oficial del Departamento de Policía de Semarang dijo que las causas que derivaron en la explosión y posterior incendio todavía son materias de investigación. “Creemos que la catástrofe se produjo a causa del impacto contra un tanque de combustible. Estamos pesquisas e investigaciones”, precisó.
Junto con las fuerzas de seguridad, varias dotaciones de bomberos se desplazaron hacia el lugar de los hechos ante la posibilidad de un nuevo foco ígneo.
En las horas posteriores al accidente, se llevó a cabo la remoción de vagones del tren que fueron alcanzados por las llamas y debieron ser puestos fuera de servicio. El tedioso proceso duró un total de ocho horas. Fue necesario utilizar un remolque, una carretilla elevadora y algunas grúas.
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