Una prolongada sequía en Bolivia, junto con uno de los inviernos más calurosos jamás registrados, está amenazando con dejar a varias partes del país sudamericano, incluida la ciudad de El Alto, sin agua.
Además, advierten que la situación podría volverse crítica con el patrón climático de El Niño que llegará en diciembre,
Una prolongada sequía en Bolivia, junto con uno de los inviernos más calurosos jamás registrados, está amenazando con dejar a varias partes del país sudamericano, incluida la ciudad de El Alto, sin agua.
El cambio climático está teniendo un impacto directo en los glaciares de los Andes bolivianos, que son vitales para la provisión de agua dulce a los humedales, manantiales y represas de la región.
Como resultado, los residentes de El Alto, que se ubica a una altitud de aproximadamente 4.000 metros sobre el nivel del mar y se encuentra por encima de La Paz, ahora solo tienen acceso al agua en ciertos momentos del día.
Al mismo tiempo, en los países vecinos como Brasil, Paraguay y Perú, se han experimentado olas de calor inusuales al final del invierno y al comienzo de la primavera. Esto ha llevado a temperaturas récord en el hemisferio sur, incluyendo extensas áreas del sureste de Australia.
En la región occidental de Bolivia, algunas zonas que alguna vez fueron fértiles se han convertido en tierras áridas y polvorientas. Muchos habitantes de El Alto, una ciudad de aproximadamente un millón de personas, provienen de comunidades agrícolas que dependen de la cría de ganado y el cultivo de hortalizas para subsistir.
Las autoridades aún confían en que las reservas de agua durarán hasta diciembre, cuando comienza la temporada de lluvias. Sin embargo, cientos de miles de familias y vastas extensiones de tierras agrícolas y ganaderas ya se han visto afectadas por la escasez de agua.
Los científicos advierten que la situación podría empeorar con la llegada del fenómeno climático de El Niño en diciembre, que podría alterar los patrones climáticos y aumentar aún más las temperaturas.
El Niño puede desencadenar eventos climáticos extremos, que van desde incendios forestales hasta ciclones y sequías en algunas áreas, y precipitaciones excesivas en otras.
Es importante destacar que en junio de este año, la República Oriental del Uruguay declaró una Emergencia Hídrica en Montevideo y en una franja perimetral significativa debido a la escasez de agua.