Sequía: Montevideo se quedará sin agua potable en las canillas
En apenas dos días la reserva en Paso Severino bajó casi 200.000 metros cúbicos. El gobierno comienza a repartir dinero para la compra de agua embotellada
A la zona le quedan los días contados de agua bebible
Martes 4.7.2023
10:19
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En Uruguay sigue agravándose la crisis del agua, particularmente en la zona metropolitana donde ya es emergencia hídrica: a la reserva de Paso Severino le queda apenas un 1,87% de su capacidad y Montevideo se encuentra a 1.255.226 metros cúbicos de quedarse sin agua disponible para consumo.
Si la reserva tiene una capacidad de 67 millones de metros cúbicos, actualmente cuenta con un 1,87% de agua. La perspectiva es que vaya a peor, puesto que, según los pronósticos, no se prevén lluvias significativas a corto plazo.
A este paso, si no cambian de forma radical los pronósticos, en menos de un par de semanas el agua que saldrá por las canillas de los hogares del área metropolitana no será bebible.
El área metropolitana consume de forma diaria 506.775 metros cúbicos de agua, incluso en un contexto en que cada gota parece ser sagrada, a pesar de estar más salada de lo habitual. En Paso Severino, el embalse que abastece a Aguas Corrientes, la planta a través de la cual la Administración Nacional de Obras Sanitarias del Estado (OSE) distribuye agua a los principales departamentos urbanos del país —Montevideo, Canelones y San José— queda poco más del doble de esa cantidad.
“Tenemos anomalías positivas de precipitación en la primavera. Eso haría pensar que en septiembre comienzan las lluvias abundantes y recurrentes. Vamos a observarlas primero en toda la zona norte y noreste del país. Lamentablemente no va a llover primero en el sur, sino en Artigas, Rivera y Salto. Entonces tendríamos que decir que se va a empezar a normalizar de norte a sur la situación. Y que la última cuenca en regularizarse sería la del Santa Lucía”, apuntó el meteorólogo Mario Bidegain.
A la zona le quedan los días contados de agua bebible, incluso mezclando las escasas reservas disponibles con el agua del Río de la Plata y distribuyendo un suministro con mayores niveles de sodio y cloruro de lo habitual. Sin embargo, una vez que el caudal proveniente del río Santa Lucía se agote —un escenario alarmante pronosticado para dentro de una semana, aproximadamente—, el líquido que llega a los hogares dejará de ser bebible, y será apto solo para uso sanitario debido a la alta salinidad.
En Uruguay sigue agravándose la crisis del agua.
Emergencia hídrica
El 20 de junio, luego de más de siete meses de sequía, el gobierno decretó emergencia hídrica en el área metropolitana de Montevideo, que incluye, además, la eliminación de impuestos a la importación de agua embotellada.
En conferencia de prensa, el presidente Luis Lacalle Pou reiteró que la declaración del estado de emergencia simplificará las intervenciones de apoyo a la población, y la creación de infraestructura destinada a aumentar el volumen de agua que llega a la capital.
Entre estos últimos citó la construcción de un embalse en el río San José, como también el fortalecimiento del sistema de conducción de agua. Además, aseguró el jefe de Estado, se mantiene el abastecimiento de agua gratuito para poblaciones vulnerables, y el dirigido a hospitales, residencias de ancianos, guarderías y centros familiares, las oficinas del Instituto de la Infancia y la Adolescencia (Inau).
El gobierno comienza a repartir dinero para la compra de agua embotellada
En ese anuncio, Lacalle Pou advirtió sobre un posible deterioro de la calidad del agua de la canilla. “No se va a cortar el suministro del agua, lo que puede pasar es que haya un agua de peor calidad” que la actual, aclaró.
“Estamos tratando de manejar lo mejor posible las reservas que tenemos y haciendo una obra que va a llevar 30 días”, declaró a periodistas, en alusión al proyectado embalse sobre el río San José. “Si no llueve, va a haber un lapso en el cual el agua no sea bebible”, añadió, aunque subrayó que el agua de OSE podrá usarse para “lavar”, “bañarse” y “saneamiento”.
Para paliar la falta de precipitaciones, OSE ha estado mezclando desde hace dos meses el agua de Paso Severino con otra de cursos cercanos al Río de la Plata, más salobre por provenir del estuario.
Esto obligó a un aumento temporal de los niveles máximos de cloruro y sodio permitidos para el agua de OSE, vigente hasta el 20 de julio. Según el último informe diario, en una línea de bombeo del área metropolitana esos niveles estaban por encima de lo autorizado.
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