El abuelo materno y el padre de los cuatro niños indígenas rescatados en la selva colombiana compartieron detalles sobre la experiencia que vivieron después del accidente de la avioneta en la selva.
Los menores estuvieron desaparecidos durante 40 días tras accidente aéreo. Sus familiares compartieron información de la supervivencia.
El abuelo materno y el padre de los cuatro niños indígenas rescatados en la selva colombiana compartieron detalles sobre la experiencia que vivieron después del accidente de la avioneta en la selva.
Los menores, que estuvieron desaparecidos durante 40 días tras la caída de la avioneta en la que viajaban, fueron rescatados. Lamentablemente, tres adultos a bordo, incluida la madre de los niños, fallecieron en el accidente.
Actualmente, los cuatro se encuentran en proceso de recuperación en un hospital de Bogotá, después de ser trasladados allí el sábado en una ambulancia aérea de la Fuerza Aérea de Colombia.
Manuel Ranoque, el padre de los niños, reveló que su hija mayor le contó que su madre sobrevivió al accidente aéreo durante algunos días y luego les dijo a sus hijos que se fueran.
El hombre atribuyó la supervivencia de sus hijos en la selva amazónica a sus raíces indígenas y su conexión con la naturaleza.
Por otro lado, Narciso Mucutuy, uno de los abuelos, señaló que los niños permanecieron alrededor de los restos del avión durante cuatro días, esperando ser rescatados. Sin embargo, al ver que nadie venía, decidieron adentrarse en la selva en busca de ayuda.
Durante su tiempo en la selva, experimentaron miedo y se escondían cuando escuchaban ruidos, como los de los helicópteros. Además, la niña mayor tapaba la boca del hermanito para evitar que llorara y llamara la atención.
Los hermanos lograron sobrevivir gracias a que comieron harina de yuca, conocida como "fariña", que es utilizada por las tribus indígenas de la región amazónica. Luego de quedarse sin comida, decidieron buscar un lugar donde pudieran seguir con vida.
Durante su estadía en la selva, los infantes se encontraron con un perro llamado Wilson, que pertenece a las Fuerzas Especiales. El perro había desaparecido el 18 de mayo y los niños estuvieron varios días junto a él. Cuando lo encontraron, el perro estaba muy delgado.
La desaparición de los pequeños desencadenó una gran operación de búsqueda liderada por el Ejército de Colombia, en la que participaron más de 100 soldados de las Fuerzas Especiales y más de 70 exploradores indígenas.
La selva donde se llevó a cabo la búsqueda se encuentra entre los departamentos de Guaviare y Caquetá, en el límite entre la región amazónica y los Llanos Orientales de Colombia, una zona de difícil acceso y presencia histórica de grupos insurgentes.