Un soldado argentino murió y otros nueve salvaron sus vidas al saltar por los balcones del edificio de las Naciones Unidas, como consecuencia del terremoto que se abatió en las últimas horas en la isla caribeña de Haití.
La víctima fue identificada como Gustavo Ariel Gómez, de 33 años, integrante de la Gendarmería Nacional, quien cumplía funciones "policiales" en la isla, a diferencia de los que revistan las Fuerzas Armadas.
El vicecomodoro Daniel De Simone, director del hospital argentino en Haití, alertó que se encuentran "superados por la cantidad de heridos y de muertos" que hubo, y precisó que ya realizaron 80 operaciones quirúrgicas y atendieron a 850 personas.
El soldado Gómez era oriundo de la provincia de Buenos Aires, estaba casado y tenía dos hijos pequeños, de 3 y 4 años, y su familia ya fue anoticiada de la tragedia, informó la Gendarmería.
En tanto, el vocero del Estado Mayor Conjunto, César Grando, aseguró que nueve soldados argentinos debieron "saltar por los balcones" del edificio de la ONU, ya que éste se encontraba "en pleno funcionamiento" cuando se inició el sismo. Cuatro de ellos, agregó, recibieron "algunos golpes" aunque no peligraban sus vidas, ya que escaparon a tiempo de la caída del emplazamiento, también afectado por el terremoto, de 7,3 grados en la escala de Richter.
Gendarmería no precisó aún las circunstancias en que falleció el efectivo, y dijo que se trabajaba en la repatriación de los restos, aunque con las "dificultades del caso" ya que la isla se encuentra "colapsada" por el desastre natural. Grando precisó que los 560 efectivos de las Fuerzas Armadas se encuentran bien, pero advirtió que el panorama en la isla, de acuerdo a los partes que recibía, resultaba "devastador" y comentó: "son muy malas las crónicas del lugar". Por ello, indicó que los argentinos que integran los Cascos Azules se encuentran "abocados de lleno a tareas humanitarias".
Grando precisó que el terremoto comenzó a las 18,53 hora argentina, y fue de tal magnitud que, además de provocar derrumbes masivos de edificios y viviendas, dejó sin agua y comunicaciones al territorio. Apenas, señaló, podía utilizarse la telefonía satelital, la que era usada por el contingente internacional.
Precisamente por una comunicación satelital con el canal TN, Desimone señaló que el terremoto duró "no más de 30 segundos" pero tuvo consecuencias terribles porque "la ciudad es muy precaria, con casas hechas sobre las laderas". Además, comentó que los resultados fueron desastrosos porque ocurrió "a las 16,40, aproximadamente, cuando todavía se está trabajando" en Puerto Príncipe, epicentro del fenómeno. "Recién ahora baja de la parte alta de la ciudad toda la gente que quedó atrapada bajo escombros. Estamos superados por la cantidad de heridos y de muertos que hay", advirtió. "En Haití no existe el estado, por lo que no hay salud pública. Los hospitales colapsaron y tenemos que suplirlos; así que estamos trabajando a full en el nuestro", añadió Desimone.
El terremoto, que podría haber provocado la muerte de miles de personas, devastó gran parte de la infraestructura haitiana, y destruyó el palacio presidencial, los principales edificios ministeriales y varios hospitales, como así también la sede de la ONU.
En Haití, unos 9.000 policías y soldados de la ONU están desplegados para mantener el orden en el país desde 2004, en la llamada misión de estabilización (Minustah), cuyo comando militar ejerce Brasil. Detalló el Estado Mayor Conjunto que el contingente Haití XI está integrado por 560 efectivos del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, y se encuentran desplegados en la localidad de Gonaives, Saint Mart y en la ciudad de Puerto Príncipe.
El terremoto se sintió con mayor intensidad en la ciudad de Puerto Príncipe, donde estaría focalizada la mayor cantidad de daños materiales, además de víctimas fatales. Argentina aporta anualmente cascos azules a la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH), establecida por la ONU desde 2004.
DYN