Jueves 12.5.2022
/Última actualización 10:42
La Justicia de Colombia despenalizó este miércoles el suicidio médicamente asistido. Se trata de una decisión que adoptan aquellos pacientes que atraviesan una lesión corporal o una enfermedad grave e incurable y, por tanto, están sometidos a dolores físicos y psicológicos incompatibles con su idea de dignidad. La práctica, naturalmente, deberá contar con la intervención de un profesional de la salud.
La Corte Constitucional de ese país, con una votación de seis a favor y tres en contra, decidió legalizar este procedimiento tras estudiar una demanda presentada por el Laboratorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DescLAB) y admitida por el alto tribunal el 1 de septiembre del año pasado.
La petición buscaba declarar la exequibilidad condicionada del inciso segundo del artículo 107 del Código Penal, que establece penas de entre 32 y 108 meses de prisión a quien "eficazmente induzca a otro al suicidio, o le preste una ayuda efectiva para su realización".
"Cuando la inducción o ayuda esté dirigida a poner fin a intensos sufrimientos provenientes de lesión corporal o enfermedad grave e incurable, se incurrirá en prisión de 16 a 36 meses", agregó el artículo demandado.
El objetivo de DescLAB, según se aclaró, no es que "el suicidio asistido sea practicado por cualquier persona en cualquier caso", sino que la Corte decidiera que "cuando un profesional de la medicina presta una ayuda para que otra persona ponga fin a su vida bajo ciertas condiciones, no recibirá un castigo penal".
En ese contexto, la Corte decidió despenalizar el suicidio médicamente asistido cuando la persona ha manifestado su consentimiento libre, informado e inequívoco para llevarlo a cabo.
La diferencia con la eutanasia
DescLAB explicó que, en el suicidio médicamente asistido, “el profesional de la medicina presta una ayuda o asistencia para que la persona sea quien cause su muerte", mientras que en la eutanasia es el médico “quien causa la muerte de la persona”.
"Tanto la eutanasia como el suicidio médicamente asistido tienen el mismo fin, causar la muerte de una persona que cumple con los requisitos legales. La diferencia es el rol del médico y quién termina causando la muerte", argumentó.
En esa línea, Lucas Correa Montoya, director de investigaciones de DescLAB, señaló que se trata de un "nuevo mecanismo" que, junto a la eutanasia, "permitirá acceder a una muerte médicamente asistida, libre, segura y acompañada".
"Esta decisión es un hito global porque el fallo a favor de la demanda de DescLAB pone a Colombia en el lugar de los estados y países más desarrollados en el tema", agregó Correa.