Decenas de terremotos de una magnitud máxima de 6,3 sacudieron entre el lunes y el martes la isla de Taiwán, cuyo gobierno atribuyó a réplicas de un gran terremoto que dejó 17 muertos a principios de mes.
Todos ellos se originaron en el condado montañoso de Hualien, epicentro del terremoto del 3 de abril, el “más fuerte en 25 años”.
Decenas de terremotos de una magnitud máxima de 6,3 sacudieron entre el lunes y el martes la isla de Taiwán, cuyo gobierno atribuyó a réplicas de un gran terremoto que dejó 17 muertos a principios de mes.
Las sacudidas más fuertes tuvieron lugar con seis minutos de diferencia alrededor de las 02H30 (18H30 GMT), con magnitudes de 6 y 6,3 según la Administración Meteorológica Central de Taiwán.
Los sismos comenzaron alrededor de las 17H00 del lunes y para las 10H30 de la mañana siguiente, la Administración Meteorológica Central indicó que se habían registrado más de 200 temblores.
Todos ellos se originaron en el condado montañoso de Hualien, en el este, epicentro del terremoto del 3 de abril, el “más fuerte en 25 años” en esta isla, con una magnitud 7,4.
Las autoridades señalaron que hasta ahora no se registraron víctimas, aunque las continuas sacudidas hicieron pasar la noche en vela a muchos habitantes de Taipéi, a unos 150 kilómetros del epicentro.
“Estaba demasiado asustado para moverme y me quedé en la cama”, dijo a la AFP el oficinista Kevin Lin, de 53 años, que se pasó la noche despierto.
Sobre las 08H00 de la mañana del martes, un temblor de magnitud 5,8 volvió a golpear la isla, justo cuando los habitantes se dirigían a sus trabajos.
En la ciudad de Hualien, un hotel y un bloque de viviendas colapsaron parcialmente en la capital de este condado.
El hotel estaba actualmente en proceso de remodelación y el edificio de viviendas, que sufrió graves daños tras el terremoto del 3 de abril, estaba desocupado en el momento de los terremotos, por lo que no hubo víctimas ni heridos, informaron las autoridades locales.
Asimismo, una fábrica del municipio de Ji’an se desplomó del segundo hasta el primer piso, mientras que otra vivienda de la localidad rural de Shoufeng, cuyos residentes se habían mudado después del 3 de abril, se derrumbó parcialmente.
“Por favor, salgan por seguridad. Evacuemos primero, ¿de acuerdo? ¿Queda alguien dentro? Por favor, bajen”, gritaba un bombero a los habitantes de los edificios cercanos.
Los temblores, que coincidieron con una jornada de fuertes lluvias, también han causado deslizamiento de tierras y rocas en varias carreteras del condado de Hualien.
En consecuencia, el Gobierno local anunció el cierre de escuelas y oficinas en la región y pidió a los vecinos que no se acerquen a edificios “peligrosos”.
Por su parte, la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, pidió a la población que evite las montañas y se mantenga alerta ante posibles réplicas.
“Cuando ocurra un terremoto, no tengas miedo. Domina el principio de ‘agáchate, cúbrete y quédate quieto’, evita las lesiones en la cabeza y protégete”, escribió la mandataria en su cuenta oficial de Facebook.
Un sismólogo del gobierno taiwanés dijo que el último enjambre de sismos se originó al sur del epicentro del terremoto grande de abril
El sismo del 3 de abril dejó 17 muertos y más de 1.100 heridos. En Hualien, la sacudida provocó numerosos desprendimientos de tierra que bloquearon carreteras y dañaron gravemente algunos edificios de la ciudad.
Los sismólogos Judith Hubbard y Kyle Bradley indicaron que la actividad telúrica pareció trasladarse al sur del epicentro del 3 de abril.
Indicaron en su boletín “Earthquake Insights” que los últimos sismos parecen haber crecido en intensidad, al contrario de lo que suele ocurrir después de un terremoto grande, cuando las réplicas tienden a disminuir.
En Taiwán son habituales los sismos, ya que la isla está ubicada cerca de la juntura de dos placas tectónicas.
El terremoto del 3 de abril tuvo cientos de réplicas. Fue el más fuerte en la isla desde 1999, cuando un sismo de magnitud 7,6 dejó 2.400 muertos.
La aplicación de reglas de construcción más estrictas desde entonces y la concienciación pública sobre cómo actuar ante estas situaciones evitaron una catástrofe mayor a principios de mes