En el marco de sus avances territoriales durante los últimos meses, los talibanes aseguraron haberse hecho con el control de un importante puesto en la frontera con Pakistán, en la provincia sureña de Kandahar, una información que fue desmentida por el gobierno afgano. Paralelamente, el gobierno de Estados Unidos sigue avanzando en su plan de retirada con la entrega de visas a sus aliados.
El vocero de los talibanes, Zabihulá Muyahid, destacó a través de su cuenta de Twitter que "una importante localidad fronteriza llamada Vish, en el distrito de Boldak, en la provincia de Kandahar ha sido capturada por los muyahidín", los islamistas que combaten. "Con ello, las aduanas y la importante ruta que conecta Spin Boldak con Chaman, en Pakistán, han caído también bajo control de los muyahidín", remarcó el movimiento talibán, en medio de versiones sobre un constante avance territorial de sus fuerzas irregulares.
"Garantizamos a comerciantes y viajeros de Vish que tras un acuerdo con el lado paquistaní, el movimiento y traslado de propiedades por la autovía volverá a la normalidad. No tienen por qué preocuparse", subrayó y hasta el momento las autoridades paquistaníes no respondieron.
El gobierno afgano, sin embargo, rechazó el nuevo anuncio talibán, mientras que su Ministerio de Defensa informó en Twitter que las fuerzas de seguridad mataron a más de 190 presuntos talibanes e hirieron a más de 150 en el marco de las operaciones llevadas a cabo durante las últimas veinticuatro horas en varias provincias del país.
"Los terroristas talibanes se acercaron a la zona fronteriza" en el distrito de Spin Boldak, pero "las fuerzas de seguridad repelieron su ataque", dijo el vocero del Ministerio del Interior de Afganistán, Tariq Arian. Un funcionario paquistaní solo se limitó a decir que las fuerzas de su país estaban "en alerta máxima en su lado de la frontera" y "todavía están evaluando la situación".
Desde hace mucho se acusa a Pakistán de apoyar a los talibanes y darles refugio, pero en los últimos meses esas versiones retomaron fuerzas con la preparación de la salida de Estados Unidos del país y el avance de los talibanes.
En este contexto, los talibanes aseguraron el viernes que controlan el 85% del territorio de Afganistán, horas después de tomar dos importantes pasos fronterizos con Irán y Turkmenistán, en la zona noroccidental del país, y Tayikistán, al noreste del país, si bien las autoridades sostienen que se trata de una exageración como parte de su campaña de propaganda.
La agencia de noticias oficial de Tayikistán informó que más de 300 afganos huyeron a su país por el avance militar de los talibanes, una noticia que alarma ya que Pakistán hace semanas alertó que no permitiría el pase de refugiados por su frontera.
El 1 de mayo comenzó la retirada de las tropas estadounidenses y de la OTAN, que finalizará el 11 de septiembre próximo, tras veinte años de ocupación y luego misión militar aprobada por la ONU. Este repliegue no es apoyado por todos. El ex presidente estadounidense George W. Bush, por ejemplo, criticó la salida de su país de Afganistán y opinó que tendrá consecuencias negativas, especialmente para las "mujeres y niñas afganas".
Para hacer frente a esa problemática, un alto funcionario estadounidense anunció que Washington lanzó "una operación para ayudar a reubicar a los afganos interesados y elegibles que han ayudado al Ejército de Estados Unidos y a sus aliados".
"Los vuelos desde Afganistán comenzarán en la última semana de julio para aquellos que ya se hayan inscrito en el programa especial de visados", explicó el funcionario que habló con medios internacionales bajo condición de anonimato. Cuando comenzó la salida de las tropas, unos 2.500 soldados estadounidenses y 7.000 de otros países estaban presentes en Afganistán.