Tenerife en alerta por otro caso de hermanitos secuestrados por su padre
El acusado se llevó a los niños - una nena y un nene - de Alemania y ha amenazado a su ex con matarlos.
Captura de pantalla Kristian y Amantia Toska
18:56
La Policía busca desde hace días en la isla canaria de Tenerife a los pequeños Kristian y Amantia Toska, de 11 y 10 años, que desaparecieron en Hamburgo (Alemania) el 29 de diciembre de 2020 después de que su padre, divorciado de la madre de los niños desde 2013, se los llevara sin permiso.
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Foto: Captura de pantalla
La madre había obtenido de la justicia la custodia plena a raíz de varias denuncias por maltrato. La mujer, Enkeleyda Sulaj, de 37 años, asegura que los niños fueron secuestrados después de que los dejara con la abuela paterna en su apartamento durante unos días en diciembre de 2020. “El padre llegó, hizo las maletas y robó las tarjetas de identificación. Se llevó a los niños y luego envió una foto desde el aeropuerto diciendo que se iban”, ha denunciado en las redes sociales.
La búsqueda comenzó en Alemania hace ocho meses y se centra ahora en el sur de la isla de Tenerife, donde se ha confirmado que el padre, Lorenc Toska, de 45 años, de nacionalidad alemana pero de origen albanés, ha estado buscando vivienda. La propia madre asegura que los niños y el padre fueron vistos a finales de abril en Puerto de la Cruz.
Según el presidente de SOS Desaparecidos, Joaquín Amills, el hombre ha viajado en varias ocasiones desde Tenerife a Madrid en estos meses, aunque siempre solo. Varios ciudadanos creen haberlo visto en distintas localizaciones de la isla.
Además, ha trascendido que la pequeña Amantia envió un watsap a una amiga poco después de su desaparición. Le dijo que “estaba en una isla y que todos hablaban español”. Fuentes policiales reconocen que, pese a todo, “no existe el convencimiento absoluto” de que los menores y su padre sigan actualmente en la isla, a la que se ha trasladado Enkeleyda Sulaj en un intento desesperado de localizar a sus hijos. Sobre el padre se ha cursado una orden de detención.
En junio, tras enterarse de la posibilidad de que sus hijos estuvieran en las Canarias, la madre viajó a Tenerife y colocó cientos de carteles con sus fotos. Su iniciativa provocó la reacción de su ex, quien la llamó por teléfono y la amenazó. Si acudía a la Policía, le dijo, la mataría a ella, a su familia y a los niños. “No los volverás a ver”, le dijo. La frase obliga a recordar inevitablemente el caso de hace unos meses de las pequeñas Anna y Olivia Gimeno.
La alarma sobre este nuevo caso de secuestro parental saltó el domingo, cuando SOS Desaparecidos publicó en redes sociales la foto de los pequeños Kristian y Amantia, a quienes ubica en Tenerife. El martes, el Juzgado de Instrucción número 2 de la isla dictó una orden de detención nacional contra el padre y se iniciaron las pesquisas policiales. La madre, que lleva ocho meses sin saber nada de sus hijos, interpuso el 5 de agosto una denuncia por lo civil en Tenerife y otra el día 10 por lo penal, argumentando violencia de género, maltrato y secuestro parental, lo que ha motivado la orden de detención. Este nuevo caso se produce dos meses después de la desaparición y muerte de las pequeñas Anna y Olivia, de 1 y 6 años, a manos de su padre, Tomás Gimeno, también en la isla de Tenerife. Un suceso que aún sigue conmocionando a las Canarias.
En el caso de Anna y Olivia, el desenlace fue dramático. Las hermanas fueron asesinadas por su padre, Tomás Gimeno, quien le espetó estas mismas palabras a su ex, Beatriz Zimermann, tras llevárselas. En el caso de Kristian y Amantia Toska, sin embargo, todo apunta a que los niños siguen con vida y no han sufrido daños pero la búsqueda es “urgente”, como apunta Joaquín Amills, que llama a la colaboración ciudadana.
La última conversación entre la madre y el secuestrador se produjo el 10 de agosto. Él reiteró las amenazas e insistió en que, si seguía buscándolos, los mataría. Su relación con Enkeleyda se remonta al 2009. La pareja se rompió en el 2013. Ese año, la madre y los niños fueron a un piso de acogida tras un capítulo de malos tratos y se inició el proceso de separación. A principios de 2014 un juzgado alemán concedió a la madre la custodia total de los niños y el derecho a elegir el lugar de residencia.