Gracias a una publicación de The Washington Post, reflotó un cuestionamiento proveniente de los Estados Unidos para con la Selección Argentina que hace meses circula por las redes sociales: "¿Por qué no hay más jugadores negros?".
Si bien Erika Denise Edwards, autora del texto, mantiene su postura, debió admitir que hubo un fallo al representar el porcentaje de población correspondiente a dicha etnia.
Gracias a una publicación de The Washington Post, reflotó un cuestionamiento proveniente de los Estados Unidos para con la Selección Argentina que hace meses circula por las redes sociales: "¿Por qué no hay más jugadores negros?".
El artículo de Erika Denise Edwards, también autora de un libro bajo la misma temática, utiliza el ejemplo del equipo de Lionel Scaloni en el Mundial de Qatar 2022 para analizar la composición de la población argentina.
El texto provocó gran revuelo en las redes sociales, principalmente por parte de argentinos y latinos, que ponen en duda su capacidad de poner describir los procesos históricos del país durante el siglo XIX debido a ciertas incongruencias en su relato y al hecho de que suprimir ciertos hechos.
Tras unos días, debajo de la publicación apareció una aclaración que indica: “Debido a un error de edición, una versión anterior de este artículo señaló que aproximadamente el uno por ciento de la población argentina era negra según un censo publicado por el gobierno en 2010. Si bien la cantidad de personas negras citadas era precisa, el porcentaje en realidad era mucho menos del uno por ciento y el artículo se modificó para indicar eso".
De esta manera, explican que si bien, según el censo 2010, la población negra en Argentina es de 149.493 personas, no equivale al 1%, sino al 0,3% de la población total.
Para la autora, esto “parecería confirmar que Argentina es efectivamente una nación blanca”, pero la escritora experta en identidades raciales criticó esa afirmación: "La idea de Argentina como una nación blanca no solo es inexacta, sino que habla claramente de una historia más larga de borrado negro en el corazón de la autodefinición del país".
En ese sentido, buscó romper con los "mitos que supuestamente explican la ausencia de argentinos negros”.
"Es posible que a algunos no les haya gustado centrarse en la raza, pero las preguntas sobre la percepción de la blancura de Argentina y la falta de diversidad tienen mucho que ver con su cultura e historia”, agregó.
Finalmente, en un intento de calmar las aguas, Edwards expresó: “¡Argentina es un país increíble con gente muy acogedora! No puedo agradecer lo suficiente a los diversos amigos, que se han convertido en una familia, y a los colegas que me ayudaron a convertirme en la becaria Fulbright, la becaria Ford y la autora galardonada que soy hoy. Lo soy para siempre ¡Agradecido con los archivistas y académicos argentinos que han realizado este trabajo durante años! Es un honor que mi trabajo haya sido recibido tan positivamente por ellos”.