El ex presidente estadounidense Barack Obama dijo este lunes, en el marco de su participación en la COP26, que el tiempo para contener el cambio climático se está acabando. A su vez, criticó a Rusia y China por considerar insuficientes sus recortes de emisiones de gases, en medio de crecientes diferencias entre los países ricos y pobres al inicio de la semana crucial de negociaciones en la conferencia de clima en el Reino Unido.
"Cuando se trata del clima, el tiempo realmente se está acabando", dijo Obama en un discurso ante delegados de los casi 200 países que participan del encuentro organizado por la ONU y el Reino Unido en Glasgow, la más grande de las ciudades de Escocia. Aunque hubo progresos desde el histórico Acuerdo de París de 2015, "no estamos ni cerca de donde deberíamos estar", agregó Obama.
Sus comentarios llegaron después de que varios líderes y participantes de la conferencia sobre el clima -que termina el viernes próximo- admitieran que "las negociaciones" en torno a muchas cuestiones "siguen estancadas tras una semana de conversaciones". Una brecha entre el Norte rico y el Sur menos desarrollado volvió a asomar cuando negociadores hicieron balance de lo que se logró y lo que sigue pendiente en el ecuador de la COP26, que la semana pasada incluyó una cumbre con presencia de líderes de unas 130 naciones.
Países en desarrollo usaron varias veces la palabra "decepcionante" cuando el presidente de la conferencia, el secretario de Estado británico Alok Sharma, repasó los avances conseguidos hasta ahora. Fue la primera intervención de Obama en una conferencia de la ONU sobre clima desde la de Francia de 2015, donde el ex mandatario fue uno de los principales impulsores del Acuerdo de París que fijó en 1,5°C el límite máximo de calentamiento global para evitar una catástrofe climática.
Las celebraciones posteriores se han desvanecido y han sido reemplazadas por la preocupación. El ex presidente estadounidense Donald Trump retiró a su país del Acuerdo de París, y aunque el actual mandatario, Joe Biden, volvió a incorporar a Estados Unidos, la decisión de su antecesor revirtió años de esfuerzos de la economía que más ha contribuido con el calentamiento global.
"La meta de los 1,5 grados está con respirador, está en terapia intensiva", dijo a periodistas acreditados en la COP26 el analista Alden Meyer, que desde hace años es observador de las conferencias de clima de la ONU para E3G, un instituto de estudios académicos especializado en ecología.
El primer ministro británico, Boris Johnson, gobernante del país organizador de la COP26, dijo que preveía una última semana de negociaciones "muy complejas". "Queda una semana para que la COP26 cumpla con las expectativas del mundo, por eso todos debemos unirnos y seguir adelante", subrayó.
La aparición de Obama al margen de las conversaciones buscó recordar a los gobiernos el optimismo y la alegría que rodearon al Acuerdo de París, e instarlos a anunciar metas más concretas. Obama dijo que los esfuerzos de Estados Unidos se estancaron con Trump, pero matizó que hay que ser optimistas y estar unidos, y se manifestó confiado en que el Congreso de su país aprobará alguna versión de la ley sobre clima que impulsa Biden, quien fue su vicepresidente.
Eso "pondrá a Estados Unidos en camino a cumplir sus nuevas metas climáticas", señaló Obama sobre su país, que es el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero detrás de China. Y mientras que en 2015, la sintonía entre los negociadores de Obama y los de China allanó el camino para el Acuerdo de París, el ex presidente ahora criticó a los mandatarios de China, Xi Jinping, y Rusia, Vladimir Putin, por no haber asistido a la cumbre de la semana pasada en la COP26 de Glasgow.
"Me sentí particularmente desalentado de ver que los líderes de dos de los mayores emisores del mundo, China y Rusia, declinaron incluso asistir a los procedimientos, y que sus planes nacionales reflejen lo que parece ser una peligrosa falta de urgencia", declaró. Más temprano, el ex presidente habló en un evento de la COP26 con líderes y representantes de estados insulares amenazados por la subida de los océanos.
"Todos tenemos un rol que jugar, trabajo, sacrificios por hacer. Pero los que vivimos en naciones ricas, los que ayudamos a precipitar el problema, tenemos una carga doble", dijo en ese encuentro. Al hablar ante la conferencia sobre los logros conseguidos, Sharma tuvo que corregirse a sí mismo, cambiando "muchos" por "algunos".
Al margen de las controversias y los pocos resultados obtenidos en la COP26, por lo menos se llegó a un acuerdo en torno a tres grandes metas planteadas durante la conferencia. La primera de ellas, es la de recortar las emisiones a la mitad para 2030, para alcanzar la meta de limitar el calentamiento global en 1,5°C. La segunda, es la necesidad de 100.000 millones de dólares de ayuda financiera de los países ricos a los pobres. Y la tercera, la idea de que la mitad de ese dinero se use para la adaptación a los peores efectos del calentamiento global.
Atento a lo anterior, representantes de 77 países "en desarrollo", junto con China, dijeron que hasta que la conferencia no resuelva la promesa de ayuda financiera de los países ricos a los más pobres, las conversaciones no podrán calificarse de exitosas. El delegado de Guinea, Ahmadou Sebory Touré, por ejemplo, al hablar en nombre de los países pobres dijo que "el incumplimiento de la promesa de los países ricos sobre los 100.000 millones de dólares muestra que esas naciones hacen compromisos vacíos".