EFE
Un tiroteo en las instalaciones del Mando de Sistemas Navales de la Marina de EE.UU., en el sureste de Washington, dejó hoy al menos 13 personas muertas, incluido el presunto autor, Aaron Alexis, que actuó así por motivos hasta ahora desconocidos.
Siete horas después de que se escucharan varios disparos dentro del edificio 197 de las instalaciones militares (a las 12.20 GMT), todavía hay puntos sin aclarar sobre lo sucedido, como si hubo más atacantes y la motivación, los cuales tratará de esclarecer el Buró Federal de Investigación (FBI), encargado ahora del caso.
Uno de los autores de la masacre fue identificado como Aaron Alexis, que murió en el tiroteo. Se trata de un contratista militar de 34 años que pasó cuatro años como reservista de la Marina entre mayo de 2007 y enero de 2011, momento en el que fue licenciado, informó el Pentágono.
Después de mucha confusión con las cifras de fallecidos, el alcalde de la ciudad, Vincent Gray, dijo en una rueda de prensa que son al menos doce y que, con la información disponible, “no hay ninguna razón” para pensar que el tiroteo fue un ataque terrorista.
Gray dijo también que dos hombres armados y con vestimenta militar, uno de raza blanca y otro negra, están siendo buscados como “potenciales” cómplices, lo que corroboró la inspectora jefe de Policía, Cahty Lanier, en una rueda de prensa.
Sin embargo, la policía metropolitana identificó poco después a la persona de raza blanca y la consideró como “no sospechosa”, lo que significa que solo se busca al otro sospechoso.
Según fuentes médicas, entre las personas heridas en el tiroteo está un agente de la Policía Metropolitana, que al igual que dos mujeres se encuentra en estado crítico.
La portavoz de MedStar Hospital Center, al que fueron trasladados algunos heridos, señaló que “el agente de policía trasladado aquí presenta múltiples heridas de bala en las piernas”.
“Una de las mujeres tiene una herida en el hombro, la otra heridas en la cabeza y la mano”, agregó.
La portavoz dijo que, de acuerdo con lo comunicado por los heridos, en el ataque se usaron armas automáticas.
Los agentes federales han desplegado un ingente dispositivo de seguridad en la zona del Navy Yard, un complejo de la Marina a orillas del río Anacostia en el que trabajan unas 3.000 personas.
La zona se encuentra totalmente acordonada, con la presencia de helicópteros y varios equipos de operaciones especiales.
También se ha decido reforzar la seguridad en varios edificios militares como el del Pentágono, a varios kilómetros de distancia, y donde el aumento de la alerta solo se ha tomado como “medida de precaución”, debido a que la situación aún no está controlada.
El Senado decidió también suspender su jornada de trabajo con antelación hoy debido a que se mantiene la alerta tras el tiroteo, después de que se recomendara a los legisladores no abandonar los edificios del Capitolio por seguridad.
El alcalde de Washington y la inspectora jefe de la ciudad tienen previsto ofrecer una nueva rueda de prensa para añadir más detalles a las 16.00 hora local (20.00 GMT).
El tráfico aéreo del aeropuerto de Ronald Reagan, cercano a las instalaciones, estuvo suspendido por algún tiempo, pero poco después reabrió sus operaciones.
Además, una decena de colegios del área de Washington se mantuvieron cerrados con los alumnos en el interior como medida de cautela.
El presidente estadounidense, Barack Obama, se refirió al tiroteo como “un acto cobarde”.
“Sabemos que numerosas personas resultaron heridas y algunas han muerto”, añadió Obama desde la Casa Blanca sin dar más detalles ya que afirmó no se conocían “todos los hechos”.
La residencia presidencial se encuentra a unos 8 kilómetros del lugar de los hechos.