La NBA "se convirtió en una organización política", afirmó este jueves el presidente estadounidense, Donald Trump, molesto por la protesta realizada por la Liga de básquetbol profesional contra la violencia racial de la policía, que se tradujo en la suspensión de los encuentros que estaban previstos para disputarse anoche.
En tiempos de campaña electoral por una reelección que según sondeos parece improbable, el mandatario no pudo ocultar su fastidio ante las manifestaciones que se repiten en las distintas disciplinas deportivas para denunciar episodios también reiterados.
El racismo policial en Estados Unidos es una práctica repetida y de larga data, aunque la difusión de los episodios de este tipo gracias a las imágenes captadas con teléfonos celulares generan una sensación de hartazgo cada vez más marcada en la población.
Tenés que leerJugadores de Milwaukee Bucks resuelven no presentarse a jugar por caso de violencia racial"Estamos hartos de este hombre. Exigimos un cambio", reclamaba desde la red social Twitter LeBron James, figura de la NBA y de Los Angeles Lakers que impulsaban la interrupción de la temporada a modo de protesta, reseñó la agencia de noticias ANSA.
La idea no cuajó finalmente en el resto de sus colegas y, tras un par de días de parate simbólico, la pelota volverá a rodar en las instalaciones de Disney World en Orlando, Florida, donde la NBA estableció su "bunker" en tiempos de pandemia.
Anoche hubo nuevas protestas en la ciudad de Kenosha, en el estado de Wisconsin, contra el acribillamiento de un joven negro por parte de un policía blanco ocurrido el domingo pasado.
A pesar del toque de queda que rigió durante toda la noche, una multitud realizó una marcha pacífica en el céntrico Parque Cívico, punto focal de las manifestaciones que se celebran desde el domingo.
Las movilizaciones se mostraban con menor convocatoria, aunque con gran tensión, y sin enfrentamientos directos con la policía o con grupos de extremistas blancos armados.
El miércoles, un joven de 17 años fue arrestado acusado de homicidio intencional en primer grado, luego de la difusión de varios videos que lo muestran disparando en medio de una calle de Kenosha con un rifle semiautomático contra dos personas que murieron alcanzadas por los proyectiles.
Para reprimir las protestas, Trump apeló nuevamente a la Guardia Nacional, que según sus propias palabras "está realizando un gran trabajo en Kenosha".