El Litoral | Télam
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El presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, se saludaron hoy e intercambiaron sonrisas al iniciar en Hanoi su segunda cumbre, centrada en la desnuclearización de Corea del Norte y la posibilidad de avanzar hacia el establecimiento de relaciones diplomáticas.
Ocho meses después de su primer encuentro en Singapur, los líderes se dispensaron elogios mutuos y dijeron que esperaban que la cumbre fuera exitosa, en declaraciones a periodistas en un hotel de la capital de Vietnam.
Luego de darse la mano delante de una hilera de banderas de ambos países, frente a decenas de periodistas y fotógrafos, Trump y Kim pasaron a un salón contiguo donde se sentaron en sendos sillones e hicieron breves declaraciones antes de una cena "social" que antecederá a las reuniones de trabajo, que tendrán lugar mañana.
Kim dijo que "muchos obstáculos" debieron ser superados para mantener este segundo encuentro y agregó que era "optimista de que habrá un buen resultado", informó la cadena CNN.
En respuesta, Trump dijo que era un "honor" estar otra vez junto a Kim luego de la cumbre de junio pasado en Singapur, que terminó con una vaga declaración sobre un compromiso de avanzar hacia la desnuclerización de Corea del Norte.
"Es grandioso estar con usted. Tuvimos una primera cumbre muy exitosa. Algunas personas querían ver que fuéramos más rápido, pero estoy muy feliz con cómo nos está yendo", señaló.
El presidente estadounidense agregó que tiene una "relación estupenda" con Kim y que pensaba que esta segunda cumbre será "muy exitosa", posiblemente mucho más que la primera.
Trump reiteró que Corea del Norte tiene un "tremendo potencial económico" y que ha habido "mucho progreso" en las relaciones entre sus países, que son enemigos históricos y que siguen oficialmente en guerra desde la Guerra de Corea (1950-1953).
Luego de los comentarios, los mandatarios iniciaron una entrevista a solas de 20 minutos.
La casa Blanca dijo que después se les unirán cuatro de sus asesores para una cena que Estados Unidos describió como un encuentro "social" más que de trabajo.
A Trump le acompañarán en la cena el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el jefe de gabinete en funciones de la Casa Blanca, Mick Mulvaney; mientras que Kim acudirá junto al titular de Exteriores norcoreano, Ri Yong-ho, y el principal responsable de la inteligencia norcoreana, Kim Yong-chol, según Washington.
La cumbre continuará mañana con una agenda aún desconocida, pero se espera que Trump y Kim intenten avanzar hacia una "definición compartida" de lo que significa la desnuclearización, una tarea no poco ambiciosa dado que Pionyang considera que ese proceso debería incluir también a Corea del Sur.
La cumbre podría concluir con la firma de una declaración de paz en la península coreana, un documento político y no vinculante pero que tendría un peso simbólico claro en una región que sigue técnicamente en guerra tras el armisticio de 1953.
También se espera que Estados Unidos y Corea del Norte establezcan oficinas "de enlace" en sus respectivas capitales, un primer paso para iniciar relaciones diplomáticas.