El Litoral
El presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró que quiere avances y no provocaciones para resolver la crisis por el programa armamentístico y nuclear de Corea del Norte, el tema que ha dominado su gira asiática de 11 días que está a punto de culminar.
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DPA
"Hemos sido provocados, el mundo ha sido provocado, nosotros no queremos eso", dijo el presidente de Estados Unidos el domingo en una rueda de prensa conjunta en la capital vietnamita Hanoi junto al presidente del país, Tran Dai Quang.
Horas antes, Trump había tuiteado irónicamente que estaba intentando hacerse amigo del líder norcoreano, Kim Jong-un, después de que Pyongyang lo describiera como un "viejo lunático". "¿Por qué me insultaría Kim Jong-un llamándome 'viejo' cuando yo NUNCA le llamaría 'bajito y gordo'?", tuiteó Trump. "Bien, estoy intentando duramente ser su amigo y quizá ocurra algún día", escribió.
Al ser preguntado después en la rueda de prensa si la relación con el líder norcoreano podría realmente mejorar y si podrían ser amigos, respondió: "En la vida ocurren cosas sorprendentes. No sé si ocurrirá, pero si ocurre sería muy, muy bueno".
En Hanoi Trump volvió a referirse también a la cuestión de la presunta injerencia rusa en las elecciones de su país y se contradijo en cierta medida con las declaraciones ofrecidas la víspera: si el sábado aseguraba que creía a su homólogo ruso, Vladimir Putin, cuando le decía que Moscú no interfirió, hoy respaldó a los servicios secretos estadounidenses que investigan y sostienen que sí hubo intervención.
Durante la rueda de prensa en Vietnam, Trump pidió también la eliminación de barreras comerciales y un comercio justo con ese país y alabó su crecimiento económico.
"Estamos entusiasmados por las reformas económicas que impulsan la prosperidad de todos los ciudadanos vietnamitas y esperamos que su creciente clase media se convierta en un mercado clave para productos y servicios estadounidenses", dijo Trump refiriéndose a sectores como la energía, agricultura, servicios financieros, la aviación, el comercio digital y productos de defensa.
Poco antes se habían dado a conocer nuevos acuerdos comerciales entre los dos países que incluyen la exploración de crudo y gas natural o sectores como la aviación y el transporte, aunque la mayoría son declarciones de intenciones.
Horas antes, Trump había sido recibido formalmente por el presidente vietnamita en una ceremonia en el palacio presidencial de Hanoi, donde ondearon las banderas de los dos países. Allí posaron ante un busto de Ho Chi Minh, el ex revolucionario comunista que fue primer ministro y presidente.
Tras la rueda de prensa, Trump se reunió con el secretario general del Partido Comunista, Nguyen Phu Trong, y con el primer ministro, Nguyen Xuan Phuc.
En los últimos años, Estados Unidos y Vietnam reforzaron su relación al compartir el temor frente a las ambiciones chinas en el mar de la China Meridional. En la noche del sábado, Trump se ofreció como mediador en esa cuestión.
Después de visitar Vietnam el año pasado, el ex presidente Barack Obama levantó sanciones que habían sido impuestas contra ese país, allanando el camino hacia acuerdos armamentísticos entre ambas naciones.
Trump llegó a Hanoi procedente de Da Nang, donde participó en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y siguió su viaje a Manila, la capital de Filipinas, donde ya se encuentra. Tras una cena de gala esta noche, allí comienza mañana lunes la cumbre de la Asociación de Estados del Sudeste Asiático (Asean).
Numerosas personas salieron hoy a las calles de Manila para protestar por su presencia allí, con lemas como "Prohiban a Trump la entrada en Filipinas" o "Luchen contra Trump, el fascismo y el imperialismo" y quemaron banderas estadounidenses.
En Filipinas, donde se reunirá con el presidente filipino, Rodrigo Duterte, Trump concluirá su gira asiática que ha durado 11 días y que tras visitar Hawai lo llevó también a Japón, Corea del Sur y China. El presidente volverá el martes a Estados Unidos.