Turquía dijo este jueves que sus fuerzas provocaron decenas de bajas de soldados sirios durante nuevos combates con tropas de Siria que llevan adelante una ofensiva contra rebeldes apoyados por fuerzas turcas en la norteña provincia siria de Idleb.
Turquía dijo este jueves que sus fuerzas provocaron decenas de bajas de soldados sirios durante nuevos combates con tropas de Siria que llevan adelante una ofensiva contra rebeldes apoyados por fuerzas turcas en la norteña provincia siria de Idleb.
En un comunicado, el Ministerio de Defensa turco dijo el miércoles por la noche que al menos 55 soldados sirios fueron "neutralizados" en Idleb, aunque no dio más precisiones y la información no fue verificada de manera independiente.
El comunicado del gobierno de Turquía llega luego de que 13 soldados de ese país murieran en ataques sirios en Idleb en la última semana.
El Ejército sirio ha tomado cientos de poblados desde que en diciembre pasado redobló una ofensiva en Idleb, que es el último bastión en Siria de los rebeldes alzados en armas desde 2011 contra el gobierno del presidente sirio, Bashar al Assad.
Desde 2017, Turquía tiene fuerzas en todo el norte de Siria que usa para apoyar a grupos rebeldes, en su mayoría islamistas, que combaten a su vez al Ejército sirio y a fuerzas kurdosirias a las que Ankara considera una amenaza para su seguridad.
Junto a Rusia, que apoya a Siria y cuyas fuerzas también participan de la ofensiva en Idleb, Turquía es uno de los actores extranjeros clave en Siria, pero un acuerdo de cese al fuego alcanzado con Moscú en 2018 para esa provincia siria nunca fue respetado.
El comunicado del Ministerio de Defensa de Turquía agregó que un total de 156 soldados sirios fueron abatidos en operaciones de represalia lanzadas tras los ataques contra los soldados turcos en Idleb, informó la agencia de noticias EFE.
Esta semana, un helicóptero militar sirio fue derribado durante operaciones en Idleb poco después de que el Ejército sirio se anotara un gran logro al retomar pleno control en la zona de una autopista que une las cuatro ciudades más grandes del país.
Los combates han obligado a unas 700.000 personas a abandonar sus hogares en Idleb desde diciembre pasado, en lo que la ONU ha definido como el mayor éxodo de civiles en nueve años de guerra en Siria.
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra registró incidentes entre el 1 y el 10 de febrero en el que murieron 85 civiles, entre ellos 20 mujeres y 27 niños, en su mayoría en la zona de Idleb en la que debía regir la malograda tregua acordado con Rusia.
Turquía, que mantiene una docena de puestos de observación militar en Idleb en virtud del acuerdo de 2018, ha enviado refuerzos a la región en las últimas semanas en su intento por detener la ofensiva siria.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió al Ejército sirio que debe retirarse antes de fin de mes para retirarse de Idleb, que es territorio sirio, y amenazó con atacar a sus fuerzas en cualquier parte del país árabe si vuelven a agredir a tropas turcas.
Estados Unidos envió ayer a Ankara a su enviado especial para Siria, James Jeffrey, quien reiteró que Washington respalda el "derecho a defenderse" de Turquía contra el Ejército sirio en Idleb.
También, Erdogan habló por teléfono con su par ruso, Vladimir Putin, sobre la situación en el norte de Siria.
El Kremlin dijo que en la conversación telefónica se subrayó la importancia de aplicar plenamente los acuerdos ruso-turcos.
Dmitry Peskov, el vocero de Putin, dijo que pese a promesas de Turquía, rebeldes islamistas han continuado atacando a las tropas sirias y amenazando instalaciones militares rusas en Siria, algo que calificó de "inadmisible".
El canciller turco, Mevlut Cavusoglu, anunció que una delegación turca viajará próximamente a Moscú para tratar la situación en Idleb tras terminar sin acuerdo dos contactos entre delegaciones de los dos países esta semana en Ankara.
Con información de Télam