Ucrania celebró liberación de 10 civiles detenidos por Rusia y Belarús
Diez civiles ucranianos fueron liberados el último viernes, en el marco de un intercambio de prisioneros de guerra con Ucrania. Algunos de ellos, incluyendo a dos sacerdotes de la iglesia greco-católica ucraniana y un líder de la comunidad étnica tártara de Crimea, llevaban años cautivos y defensores de derechos humanos denuncian que fueron víctimas de torturas.
Ucrania celebró liberación de 10 civiles detenidos por Rusia y Belarús
Sábado 29.6.2024
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Última actualización 19:32
Diez civiles pudieron regresar a sus hogares el 28 de junio como resultado de años de esfuerzos en las negociaciones entre las partes de la guerra. El presidente ucraniano Volodímir Zelenski agradeció al equipo dedicado a la liberación de los cautivos, incluyendo al Vaticano, que logró el intercambio “a pesar de todas las dificultades”.
“Liberaremos definitivamente a toda nuestra gente”, afirmó el mandatario en su canal de Telegram.
La sede ucraniana de la Coordinación para el Tratamiento de Prisioneros de Guerra informó que la liberación de los civiles forma parte de un intercambio de prisioneros, incluyendo los 90 soldados ucranianos, que volvieron a su país el 25 de junio. Rusia no realizó comentarios al respecto y Ucrania no dio detalles sobre los soldados rusos, que formarían parte del intercambio.
Cinco de los civiles liberados habían estado detenidos por presuntos cargos de espionaje en Belarús que, como su principal aliado, le permitió a Rusia utilizar su territorio para iniciar la invasión de Ucrania en febrero de 2022.
Kiev tiene la intención de realizar un intercambio total de prisioneros de guerra, uno de los temas tratados durante la Cumbre de la Paz en Suiza el 15 y 16 de junio, que no contó con la participación de Moscú.
Entre los civiles liberados se encuentran dos sacerdotes, Ivan Levitski y Bohdan Geleta, quienes permanecieron en los territorios ocupados por Rusia al inicio de la guerra, y fueron detenidos en noviembre de 2022 por presuntamente almacenar armas.
La iglesia greco-católica ucraniana, liderada por Sviatoslav Shevchuk, denunció que ambos fueron torturados “sin piedad” durante su cautiverio y que solo se supo que continuaban con vida en mayo de 2024. Shevchuk agradeció particularmente al papa Francisco por la mediación del Vaticano para la liberación de los sacerdotes.
El 29 de junio, el papa pidió rezar por “todas las poblaciones heridas y amenazadas por los combates”, así como por que “todos los presos vuelvan a casa”.
En el intercambio entre Rusia y Ucrania también fue liberado Nariman Dzhelial, líder comunitario del grupo étnico tártaro de Crimea, en el territorio anexado por Rusia, en 2014. Dzhelial fue arrestado en 2021 y condenado a 17 años de prisión por pertenecer al Mejlis, el órgano representativo de los tártaros, que Rusia prohibió en 2016.
El regreso de los civiles “supone una gran alegría para las esposas, hijos, familiares y seres queridos, así como para muchas personas de Ucrania y del mundo, que lucharon durante años por la liberación de los prisioneros del Kremlin”, declaró Tetiana Pechonchik, directora de la ONG defensora de derechos humanos en Ucrania, ZMINA.
Rusia avanza en Donetsk
El ministerio de Defensa ruso afirmó que las Fuerzas rusas habían tomado posesión de la localidad de Shumy, en la región del sureste ucraniano de Donetsk, en su parte de guerra del 29 de junio.
Un día antes, Rusia también declaró haber ganado la localidad de Razdolivka, en Donetsk, dándole posiciones “más ventajosas” en el frente. Ucrania no ha comentado sobre las reivindicaciones rusas.
En paralelo, las autoridades rusas en Crimea ocupada denunciaron que tres civiles resultaron heridos por un ataque de misiles ucranianos.
Previamente, el 23 de junio, las Fuerzas ucranianas lanzaron cinco misiles ATACMS contra la base de la Flota rusa en el Mar Negro. Según las autoridades rusas, cuatro habrían sido repelidos y uno se habría desviado hacia infraestructura civil. El ministerio de Defensa ruso implicó a Estados Unidos por el ataque, debido a que suministró esos misiles a Ucrania.
Más sanciones
Rusia ha sido capaz de limitar las consecuencias de las sanciones económicas impuestas por la Unión Europea en parte gracias a su alianza con Belarús, que no le cerró su mercado.
El Consejo de la Unión Europea aprobó el 29 de junio un nuevo paquete de sanciones destinadas a Belarús, con el fin de igualarlas a las del Kremlin. A partir de ahora, los Veintisiete cesarán de importar carbón y petróleo Belarús, además de prohibir la exportación a Minsk de tecnologías que puedan ser utilizadas para la guerra.