Estados Unidos acusó este miércoles al gobierno de Rusia de enviar al menos 7.000 militares más a la frontera con Ucrania, en momentos en que el presidente de ese país, Volodimir Zelenski, prometió que su país resistirá cualquier eventual invasión.
El país norteamericano advirtió que el Kremlin no cumplió la promesa de retirar sus tropas de la región.
Estados Unidos acusó este miércoles al gobierno de Rusia de enviar al menos 7.000 militares más a la frontera con Ucrania, en momentos en que el presidente de ese país, Volodimir Zelenski, prometió que su país resistirá cualquier eventual invasión.
Aunque la temida invasión rusa a Ucrania no se materializó, Estados Unidos y sus aliados sostienen que la amenaza persiste, poniendo en juego la seguridad y estabilidad económica de Europa.
"En los últimos días, Rusia ha incrementado su presencia a lo largo de la frontera ucraniana con hasta 7.000 soldados, algunos de los cuales llegaron hoy", dijo este miércoles un alto funcionario de la Casa Blanca, que prefirió el anonimato.
Rusia ha posicionado más de 150.000 efectivos al este, norte y sur de Ucrania, aunque su presidente, Vladimir Putin, indicó que quiere resolver la crisis de manera pacífica.
Por su parte, el mandatario estadounidense, Joe Biden, prometió que su país le seguiría dando a la diplomacia "todas las oportunidades posibles''. De todos modos, expresó escepticismo sobre las intenciones de Moscú e insistió que Washington y sus aliados no "sacrificarían principios básicos'' con respecto a la soberanía ucraniana.
Según sostienen en Norteamérica, Moscú puede "en cualquier momento" lanzar una operación que le serviría de "pretexto falso" para invadir Ucrania, como una falsa "incursión" en territorio ruso.
Un video del ministerio de Defensa de Rusia mostró un tren lleno de vehículos blindados que cruzaba un puente alejándose de Crimea, la península en el Mar Negro que Rusia se anexó de Ucrania en 2014. También anunció que más tanques estaban siendo colocados en trenes para volver a sus bases permanentes después de los ejercicios de entrenamiento.
Sin embargo, al mismo tiempo, Rusia continuó con sus ejercicios militares cerca de las fronteras con Ucrania y a lo largo de su extenso territorio.
Un alto funcionario de Estados Unidos señaló que se detectó un marcado aumento en afirmaciones falsas del Kremlin. Entre ellas se incluían reportes de fosas comunes de civiles supuestamente asesinados por las Fuerzas Armadas de Ucrania; señalamientos de que Estados Unidos y Ucrania están desarrollando armas químicas o biológicas, y acusaciones de que Occidente está canalizando guerrilleros para matar a ucranianos.
"No hemos visto un retiro'', dijo el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en declaraciones a ABC News. "Él (Putin) puede jalar el gatillo. Puede jalarlo hoy. Puede jalarlo mañana. Puede jalarlo la próxima semana. Las tropas siguen ahí si es que quiere renovar su agresión contra Ucrania''.
A su vez, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, dijo que Estados Unidos ha visto "más tropas rusas, no menos''.
Rusia anunció la retirada de algunas unidades militares de la frontera con Ucrania, mientras mantuvo sus exigencias a Estados Unidos y la OTAN, que implican, en primer lugar, un veto inequívoco a la entrada de Kiev en el bloque euroatlántico.
El anuncio sobre el regreso a las bases de parte de los militares desplegados cerca de la frontera ucraniana coincidió con la visita a Moscú del canciller alemán, Olaf Scholz, y su reunión con el presidente ruso.
El presidente ucraniano, activo
El presidente Zelenski asistió a unas maniobras militares cerca de Rivné, en el oeste, donde una hilera de vehículos fueron destrozados por misiles y varios blindados efectuaron disparos en medio de un páramo amarillento.
Después, viajó a la ciudad de Mariúpol, la última ciudad del este bajo control del gobierno. Está considerada como uno de los territorios bajo amenaza en caso de una invasión, ya que está a unos 20 kilómetros de donde operan los separatistas prorrusos que mantienen un conflicto armado.
"No tenemos miedo de ninguna eventualidad, no tenemos miedo de nadie, de ningún enemigo", dijo Zelenski, que lucía un abrigo verde de estilo militar. "Nos defenderemos nosotros mismos". "Protejan su país", insistió.
En solidaridad con Zelenski, hasta Mariúpol se desplazaron también el embajador de la Unión Europea en Ucrania, Matti Maasikas, y los embajadores de España, Estonia, Polonia y Alemania.
El presidente ucraniano negó haber observado ningún indicio de que las tropas rusas se estén retirando. "Estamos viendo pequeñas rotaciones. No llamaría a esas rotaciones una retirada de las fuerzas por parte de Rusia", comentó a la televisión. "No vemos ningún cambio", agregó.
Con motivo del "Día de la Unidad" decretado este miércoles, muchas calles de Kiev se llenaron de banderas, y en algunas escuelas de la capital se organizaron ejercicios de evacuación.
Fueron unas manifestaciones patrióticas que coincidieron con el llamado del Kremlin para unas "negociaciones serias" con Estados Unidos, mientras que los líderes europeos seguían pidiendo una solución negociada a la crisis.
Desconfianza para con Rusia
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que presidió una reunión de los ministros de Defensa de la Alianza en Bruselas, descartó que la amenaza en la frontera haya disminuido, después de que Rusia afirmara que comenzó a retirar a sus soldados.
El responsable anunció que la OTAN reforzará sus defensas en el este de Europa con más despliegues en sus países miembros fronterizos con Ucrania.
Este miércoles, centenares de paracaidistas de Estados Unidos llegaron al aeropuerto de Rzeszow, en Polonia, un país miembro de la OTAN. "No hemos constatado ninguna desescalada en el terreno por ahora. Al contrario, parece que Rusia sigue reforzando su presencia militar", indicó Stoltenberg.
El mismo mensaje lanzaron tras una llamada telefónica el presidente Biden y el canciller alemán Scholz, indicando que "no se ha observado una retirada significativa de tropas rusas" y pidiendo a Moscú "medidas reales de desescalada".
Por su parte, el primer ministro británico, Boris Johnson, dijo que había "pocas pruebas" de una retirada rusa. Tras una llamada telefónica con el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, los dos líderes coincidieron en que una invasión rusa tendría consecuencias "catastróficas".
Los líderes de la Unión Europea tienen previsto participar en una reunión el jueves en la que tratarán sobre la situación en Ucrania.