Estados Unidos deslizó la posibilidad de recurrir a la fuerza si fracasa la diplomacia sobre el programa nuclear iraní, algo que ya había insinuado su incondicional aliado Israel y que este miércoles lo volvió a exponer con mayor énfasis. Mientras las negociaciones siguen estancadas, el secretario estadounidense Antony Blinken mantuvo conversaciones con los principales diplomáticos de Israel y Emiratos Árabes Unidos, dos fuertes aliados de Washington que establecieron relaciones el año pasado con la compartida preocupación sobre la postura iraní sobre la desnuclearización.
Blinken renovó la oferta del presidente Joe Biden de volver al acuerdo nuclear de 2015, roto unilateralmente por el expresidente Donald Trump. Según ese trato con las potencias occidentales, Irán reduciría su actividad nuclear a cambio del levantamiento de sanciones económicas. "Estamos unidos en la determinación de que Irán no debe ser autorizado a dotarse de un arma nuclear", remarcó Blinken este miércoles en conferencia de prensa conjunta con su par israelí Yair Lapid, según consignó la agencia de noticias AFP.
Sostuvo que "el camino diplomático es lo más efectivo para asegurar que eso no ocurra", aunque indicó que Irán ya ha tenido nueve meses desde la asunción de Biden para demostrar sus compromisos.
Irán niega estar buscando dotarse de armamento nuclear
"Cada día que pasa, con Irán rehusando a comprometerse de buena fe, el camino se acorta. Estamos preparados para volcarnos hacia nuevas opciones si Irán no cambia el rumbo", expuso.
Blinken no se explayó sobre una opción bélica, pero el ministro israelí de Exteriores, Yair Lapid, dijo al respecto que cree "que todos entienden -aquí, en Israel, en Emiratos- lo que eso significa". "Si un régimen terrorista comprara un arma nuclear, debemos actuar. Debemos dejar en el claro que el mundo no lo permitirá. Israel se reserva el derecho de actuar en un momento dado de cualquier manera. Ese no es solo nuestro derecho, también es nuestra responsabilidad", advirtió. Lapid había dicho antes que tanto él como Blinken, como hijos ambos de sobrevivientes del Holocausto, sabían "que hay momentos en que las naciones deben usar la fuerza para proteger al mundo del mal". Irán y Estados Unidos celebraron este año seis rondas de conversaciones indirectas sobre la vuelta al cumplimiento del acuerdo nuclear, con la mediación de la Unión Europea. "Cada día que pasa, con Irán rehusando a comprometerse de buena fe, el camino se acorta", dijo el canciller israelí.
Los últimos contactos fueron en junio antes de la instalación de un nuevo gobierno iraní de línea dura que reemplazó al presidente Hassan Rohani, quien había buscado una mejor relación con Occidente. Rob Malley, el negociador estadounidense, negó que las conversaciones no progresaran, pero dijo que Estados Unidos todavía está esperando que Irán avance. Irán niega estar buscando dotarse de un arma nuclear, lo cual según ese estado clerical está prohibido religiosamente. Pero Teherán sostiene que precisa defenderse de sus vecinos en una región donde aún están frescos los recuerdos de la guerra de ocho años lanzada por el mandatario Saddam Hussein en 1980 con apoyo occidental.
Reiteradamente, Irán ha dicho que está listo para reanudar las conversaciones "pronto", pero no hay ninguna fecha fijada.