La marina de Estados Unidos movilizó, por primera vez en seis años, un submarino nuclear hacia la ciudad portuaria de Busan, en Corea del Sur.
El movimiento se da en respuesta a los recientes entrenamientos militares de Corea del Norte.
La marina de Estados Unidos movilizó, por primera vez en seis años, un submarino nuclear hacia la ciudad portuaria de Busan, en Corea del Sur.
Se trata de una respuesta a los más recientes entrenamientos militares realizados por el ejército de Corea del Norte, en los cuales lanzaron dos misiles balísticos al mar.
La estrategia de Washington va en consonancia con las mutuas amenazas que se realizan desde ambos lados de la península de Corea.
Buscarán implementar de forma directa el acuerdo en la Declaración de Washington, adoptada en abril para mejorar la "visibilidad regular" de los activos estratégicos en la región, señaló el comandante de la flota surcoreana, el vicealmirante Kim Myung-soo.
Los tres gobiernos atraviesan el momento de máxima tensión de los últimos años, en contracara con aquellos meses durante la gestión Donald Trump, donde se dieron ciertos acercamientos.
La nave que arribó a las costas surcoreanas es el USS Michigan, con una eslora de 170 metros y 18.000 toneladas de peso, es capaz de cargar 154 misiles de crucero Tomahawk, con un alcance de hasta 2.500 kilómetros.
La intención es que el submarino se sume a los entrenamientos en conjunto realizados por ambos ejércitos, punto del cual Kim Jong-un se toma para llevar a cabo sus correspondientes pruebas.
El USS Michigan es sólo un parte de los despliegues que se pueden realizar entre Estados Unidos y Corea del Sur en la región comprendida entre el Mar Amarillo, Mar de Japón y Mar de China Oriental.
Dicho acorazado es uno de los más antiguos del mundo y se encuentra equipado con misiles guiados clase Ohio.