Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos anunciaron una prohibición de al menos un año para la entrada de perros procedentes de más de 100 países donde la rabia todavía no se ha erradicado. Colombia, Guatemala, Perú y Venezuela se encuentran entre las naciones afectadas por esta nueva norma.
Desde antes de la entrada en vigor de esta prohibición, los canes procedentes de los países enlistados debían demostrar que estaban vacunados contra la rabia, mientras que desde las naciones que no están nombradas en la lista se puede ingresar sin ningún certificado de vacunación.
Sin embargo, con la nueva norma, solo será posible su entrada si los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) emiten una aprobación escrita por anticipado, aprobación que dan en pocas ocasiones y es más frecuente para perros guías.
El aumento en el número de cachorros a los que se les negó la entrada motivó esta decisión, de acuerdo con los CDC, citados por AP. Los perros deben ser vacunados después de los cuatro meses de vida, ya que antes de esto la vacuna podría no ser efectiva.
Anterior a esta prohibición los cachorros que no llegaban a los cuatros meses no podían ingresar al país.
Tenés que leerSENASA realizó una advertencia ante la aparición de casos de rabia paresianteAproximadamente un millón de perros son traídos a Estados Unidos al año, y se tiene previsto que la prohibición afecte a entre 4% y 7,5% de ellos, señalaron las autoridades sanitarias.
Muchos de los últimos rechazos fueron por documentación falsa que afirmaba que los perros tenían más de 4 meses, comentó Emily Pieracci, una experta en rabia de los CDC.
La rabia suele ser una enfermedad mortal tanto para perros como para los humanos, y es causada por un virus que invade el sistema nervioso central. Lo más habitual es que se propague a través de la mordedura de un animal infectado. No hay cura para ella una vez que se presenten los síntomas, pero puede prevenirse mediante la vacunación.
Se cree que la demanda de perros ha ido al alza durante la pandemia de COVID-19, debido a que los estadounidenses buscan una compañía peluda, señaló Pieracci, citada por AP.
Sin embargo, algunos programas de vacunación antirrábica de perros tuvieron que ser suspendidos o cancelados durante la pandemia, por lo que el riesgo de traer a un perro con rabia es incluso mayor.