El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, afirmó este jueves que el candidato opositor venezolano, Edmundo González Urrutia, ganó las disputadas elecciones presidenciales de Venezuela del pasado domingo del 28 de julio.
El canciller de Joe Biden ofreció una posición a favor del candidato opositor al jefe del régimen, Nicolás Maduro.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, afirmó este jueves que el candidato opositor venezolano, Edmundo González Urrutia, ganó las disputadas elecciones presidenciales de Venezuela del pasado domingo del 28 de julio.
"Dada la abrumadora evidencia, está claro para Estados Unidos y, lo que es más importante, para el pueblo venezolano, que Edmundo González Urrutia ganó la mayoría de los votos en las elecciones presidenciales de Venezuela del 28 de julio", dijo Blinken en un comunicado.
En las recientes elecciones presidenciales en Venezuela, Nicolás Maduro fue declarado ganador por el Consejo Nacional Electoral (CNE) con el 51% de los votos. Sin embargo, el resultado ha sido ampliamente disputado por la oposición y la comunidad internacional. Edmundo González, el principal candidato opositor, reclamó una victoria contundente, alegando fraude y manipulación en el proceso electoral.
La respuesta del gobierno de Estados Unidos ha sido firme. El Secretario de Estado, Antony Blinken, expresó "serias preocupaciones" sobre la legitimidad de los resultados y manifestó que estos no reflejan la voluntad del pueblo venezolano. Blinken subrayó que las irregularidades y la falta de transparencia durante las elecciones minan la credibilidad del proceso democrático en Venezuela.
Además, Brian Nichols, Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, en las últimas horas instó a la administración de Maduro y a la comunidad internacional a reconocer a Edmundo González como el legítimo ganador. Nichols destacó que la continua represión y control del poder por parte de Maduro no solo afecta a Venezuela, sino también la estabilidad y democracia en la región.
Este posicionamiento refuerza el compromiso de Estados Unidos con la restauración de la democracia en Venezuela, apoyando medidas que fomenten elecciones libres y justas. Mientras tanto, las tensiones políticas en el país siguen aumentando, con manifestaciones y protestas que exigen un cambio en el liderazgo y respeto a la voluntad popular.