Miles de personas marcharon por ciudades de Estados Unidos de manera pacífica por segunda noche y muchas prometieron continuar con las manifestaciones hasta que las autoridades lidien de una vez con el racismo y la injusticia, horas después de que el país empezara a dar su último adiós al afroamericano George Floyd tras su brutal asesinato por un policía blanco.
En la ciudad de Nueva York, que había sido escenario de varias noches de violencia por la muerte de Floyd, las marchas volvieron a ser anoche mayormente pacíficas, aunque un video de un policía que empuja a un manifestante de avanzada edad que cae y se corta la cabeza en Buffalo, una ciudad del estado, generó extendida condena.
El alcalde Byron Brown anunció hoy en un comunicado que se suspendió sin goce de sueldo a dos agentes por el incidente, que fue captado en un video que se hizo viral y en el que se ve cómo el hombre cae hacia atrás y golpea su cabeza contra la vereda tras acercarse a un grupo de policías cuando estaba por empezar un toque de queda.
El resto de las protestas en el país fue pacífica por segunda noche consecutiva, horas después de un emotivo homenaje a Floyd en la ciudad de Minneapolis al que asistieron miembros de su familia, celebridades, políticos y activistas de defensa de los derechos civiles.
En el servicio religioso, diversos oradores hicieron fuertes llamados a adoptar profundos cambios en las tácticas policiales y en el sistema judicial de Estados Unidos.
Las protestas por Floyd, que será enterrado el próximo lunes, continuarán "hasta que cambiemos todo el sistema judicial", dijo activista de los derechos civiles Al Sharpton.
Durante las manifestaciones de anoche, muchos participantes dijeron que los ánimos estaban más calmados por varios factores: el agravamiento de los cargos contra los policías involucrados en la muerte de Floyd, un cambio de actitud de la policía, que en algunos casos marchó y se solidarizó con ellos, y el convencimiento de que la indignación y la violencia no pueden sostenerse.
En Washington y Los Angeles, el número de manifestantes fue menor y en la ciudad californiana por primera vez no hubo incidentes, al igual que en la capital, tras lo cual las autoridades levantaron los toques de queda en ambos lugares.
Sin embargo, los manifestantes no dieron ninguna señal de que vayan a poner fin a sus protestas, y en cambio prometieron mantenerse en las calles presionando por reformas policiales y judiciales.
"Tenemos un montón más de noches de marchas", dijo en Nueva York un manifestante, Miguel Fernández, citado por la cadena CNN.
El hermano de Floyd, Terrence, apareció en una protesta en Brooklyn y pidió seguir con la pelea por el cambio, declarando: "Poder para el pueblo, para todos nosotros".
En el homenaje en Minneapolis, el abogado de Floyd dijo que no descansará hasta que se haga justicia por el afroamericano de 46 años, que murió el 25 de mayo en esa ciudad de Minnesota mientras era arrestado por un policía blanco que lo redujo en el piso y le clavó la rodilla en el cuello durante casi nueve minutos pese a que gritaba que no podía respirar.
"Lo que mató a George Floyd no fue la pandemia de coronavirus. Fue esa otra pandemia. La pandemia del racismo y la discriminación", dijo Ben Crump.
La multitud asistente hizo silencio durante ocho minutos y 46 segundos, el tiempo que el oficial de policía Derek Chauvin mantuvo su rodilla sobre el cuello de Floyd, una escena que fue captada en video por un transeúnte.
Tres de los cuatro policías que arrestaron a Floyd supuestamente por haber pagado con dinero falso se presentaron ayer ante un juez para enfrentar cargos de complicidad en un homicidio.
Chauvin, que está acusado de homicidio, compareció ante un juez la semana pasada.
Los cuatro podrían recibir condenas de hasta 40 años de prisión.