El Litoral / Télam
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El gobierno del presidente Donald Trump recrudeció su guerra comercial con China al subir hoy al 25 % los aranceles a importaciones valoradas en 200.000 millones de dólares, y amenazó con extenderlos al resto de los productos que Estados Unidos compra al gigante asiático, que de inmediato lamentó la decisión y anunció "represalias necesarias".
A partir de la medianoche en la costa este de Estados Unidos, entró en vigor el aumento en los aranceles a más de 5.000 productos chinos que Trump había anunciado cinco días antes, y que China no logró impedir durante una negociación contra reloj ayer en Washington.
Hasta ahora, esos productos estaban sometidos a un gravamen menor, del 10 %, y el cambio implica que ahora casi la mitad de las importaciones chinas están sujetas a los aranceles del 25 %, que ya afectaban desde el año pasado a otros 50.000 millones de dólares en sus bienes.
China lamentó "profundamente" la decisión de Estados Unidos y anunció que tendrá que adoptar "las represalias necesarias", aunque también mostró su disposición a seguir negociando con Washington, en un comunicado difundido hoy por su Ministerio de Comercio, informó la agencia de noticias EFE.
La abrupta decisión de Trump de aumentar los gravámenes a China -un plan que tenía sobre la mesa desde el año pasado pero que decidió congelar en diciembre para iniciar una negociación con Beijing- provocó esta semana pérdidas en los mercados bursátiles de todo el mundo.
A fines del pasado abril, muchos observadores pronosticaban una pronta reunión entre Trump y el presidente chino, Xi Jinping, para cerrar un acuerdo comercial después de cinco meses de negociaciones.
Pero esas conversaciones se complicaron el pasado fin de semana, cuando China dijo que no tenía intención de detallar las leyes que planeaba cambiar para implementar el acuerdo comercial, algo que la Casa Blanca consideró inaceptable, según fuentes estadounidenses citadas por el diario The Wall Street Journal.
Hasta ahora, la Casa Blanca ha tratado de escudar de los aranceles a algunos de los productos manufacturados en China más cotizados por los consumidores estadounidenses, como los celulares iPhone o las zapatillas Nike, pero los posibles aranceles a bienes valorados en 325.000 millones sí afectarían a esas marcas.
Los gravámenes aumentados hoy afectan a productos como cereales, textiles o químicos, y no se aplicaron a aquellos bienes que ya estuvieran en tránsito antes de la medianoche en Washington, sino solo a aquellos que salieran de China a partir de entonces.