La Unión Europea (UE) expresó su "satisfacción y alivio" por la liberación de 222 opositores políticos nicaragüenses deportados este jueves a Estados Unidos, aunque criticó que hayan sido privados de su nacionalidad y derechos políticos.
El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, negó que se hayan dado en el marco de una "negociación con Estados Unidos". Joe Biden aseguró que no habrá contraprestaciones.
La Unión Europea (UE) expresó su "satisfacción y alivio" por la liberación de 222 opositores políticos nicaragüenses deportados este jueves a Estados Unidos, aunque criticó que hayan sido privados de su nacionalidad y derechos políticos.
"La UE expresa satisfacción y alivio (...) aunque rechaza la decisión de privar a esos ex prisioneros de su ciudadanía nicaragüense y de sus derechos civiles y políticos (...) su liberación constituye un paso positivo y largamente esperado que debe ser seguido por diálogo y más acción", afirmó el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, en un comunicado.
Agregó que la UE está "abierta al diálogo con Nicaragua" aunque aclaró que "siempre que sea mediante canales diplomáticos apropiados y en forma respetuosa".
Asimismo, resaltó el papel de la Casa Blanca por haber permitido el ingreso a su territorio de los excarcelados, informó la agencia de noticias AFP.
El Gobierno de Nicaragua anunció la deportación hacia Estados Unidos de esos 222 opositores presos, entre ellos religiosos, excandidatos presidenciales, diplomáticos y dirigentes con pasado de altos cargos en el sandinismo, a quienes despojaron de su nacionalidad y los inhabilitaron de forma perpetua para ejercer cargos públicos
La decisión implicó un fallo judicial, una reforma exprés de la Constitución local en simultáneo y un acuerdo con Washington para que aceptara recibir a los ahora expresos.
El presidente, Daniel Ortega, negó este jueves en la tarde que las excarcelaciones se hayan dado en el marco de una "negociación con Estados Unidos" y también el Gobierno de Joe Biden descartó algún tipo de contraprestación hacia el país centroamericano.
Además, Ortega explicó que el obispo católico Rolando Álvarez, la más alta autoridad de la Iglesia encarcelada, no fue liberado porque se negó a ser deportado,
El presidente de una sala del Tribunal de Apelaciones de Managua, Octavio Rothschuh, señaló que esas personas fueron "deportadas" de Nicaragua por ser "traidores a la patria".
La UE mantiene activas sanciones sobre 21 funcionarios y miembros de la familia Ortega y tres entidades de Nicaragua, en un paquete adoptado en 2019, que fue aumentando gradualmente.
Ese paquete de sanciones fue renovado en octubre de 2022 por un período de un año.
Las relaciones entre Nicaragua y la UE se deterioraron dramáticamente el año pasado y el 28 de septiembre el gobierno en Managua declaró persona non grata a la representante del bloque en ese país, Bettina Muscheidt.
En respuesta, el Consejo de la UE declaró persona non grata a la representante de Nicaragua ante el bloque, Zoila Muller Goff.