Flores, Río Negro, Canelones, Salto, Artigas, Lavalleja. De un total de 19 departamentos, seis ya prohibieron en Uruguay el uso y la venta de fuegos artificiales en fiestas, celebraciones y cualquier tipo de festejo.
Los vendedores proponen como alternativa un etiquetado sonoro que informe los decibeles que tiene cada producto.
Flores, Río Negro, Canelones, Salto, Artigas, Lavalleja. De un total de 19 departamentos, seis ya prohibieron en Uruguay el uso y la venta de fuegos artificiales en fiestas, celebraciones y cualquier tipo de festejo.
Las medidas legislativas son departamentales, todavía no se regularon a nivel nacional aunque en agosto de 2020 se presentó un proyecto de ley al Parlamento sobre el uso de pirotecnia. El mismo propone prohibir el uso de fuegos artificiales sonoros en todo el país y penalizar a los infractores con multas.
La Asociación de Vendedores de Fuegos Artificiales en Uruguay pidió, entonces, que se adopten criterios únicos para la pirotecnia. La organización declaró que de la misma manera que un gobierno departamental no puede decidir si legaliza la pena de muerte o no, sin tener en cuenta al gobierno nacional, tampoco puede tomar decisiones sobre los fuegos artificiales.
En teoría, todo lo que esté aprobado por el Ministerio de Defensa es legal en el país. Y el Ministerio aprueba los fuegos artificiales. Los gobiernos departamentales deberían esperar la aprobación del Poder Ejecutivo para poner en regla su prohibición.
Gustavo Prato, delegado de la Asociación, dijo que “se generó una ambigüedad y una alarma innecesaria, y nosotros nunca fuimos participados y ni siquiera fue participado el organismo que regula esto”. Quién regula, en teoría, es el Servicio de Material y Armamento del Ministerio de Defensa.
Propuestas
Dentro de las opciones que han propuesto los vendedores de fuegos artificiales, está el etiquetado frontal en las cajas, donde se debería indicar cuántos decibeles tiene el producto al momento de explotar. El objetivo sería que la parte de la sociedad a la que le interesa el impacto sonoro esté informada sobre los decibeles a la hora de consumir pirotecnia. La medición la haría el Ejército uruguayo.
También plantearon que si el objetivo de las regulaciones es limitar la contaminación sonora, los gobiernos departamentales deberían establecer cuánto es contaminante. Prato planteó otra comparación: no se puede penalizar a un auto por exceso de velocidad si no se le dice cuál es el límite de velocidad. El tema con fuegos artificiales sería lo mismo.
Según Prato, la consecuencia de la prohibición de fuegos artificiales es la pérdida de miles de puestos de trabajo y un alza del negocio clandestino.