Un empresario argentino de 63 años fue detenido en Uruguay, acusado de formar parte de una banda internacional dedicada a la explotación sexual de menores. El imputado, que es director de un colegio privado en Punta del Este, dijo haber sido “engañado”.
El argentino implicado es Ricardo Orestes Cirio, quien fue arrestado al llegar a Punta del Este tras violar el aislamiento obligatorio por el coronavirus en la Argentina. Está acusado de “reiterados delitos de retribución o promesa de retribución a personas menores de edad o incapaces para que ejecuten actos sexuales o eróticos de cualquier tipo”.
Según las primeras informaciones, Cirio quedó en libertad pero se le retuvo el pasaporte, tendrá que informar su domicilio y presentarse periódicamente en la comisaría más cercana.
La investigación bautizada como “Operación Océano” se inició en 2019, cuando una chica de 16 años realizó la primera denuncia. La causa ya tiene 21 acusados, entre ellos profesores, arquitectos, abogados, empresarios y hasta un exjuez.
La mayoría de las víctimas de esta red eran menores de edad de bajos recursos y en situación de vulnerabilidad, a quienes contactaban a través de aplicaciones de citas y les frecían viajes, ropa, perfumes, fiestas, drogas y dinero a cambio de encuentros íntimos. La causa es investigada por la fiscal Darviña Viera y las fiscales adscriptas Fulvia Favretto y Giuliana Realini.
A través de su abogado, Alejandro Balbi, Cirio reconoció conversaciones y encuentros con una de las adolescentes, pero dijo haber sido “engañado”, y dijo que cortó el vínculo con la víctima cuando descubrió que era menor de edad.