Venezuela realizará este domingo 3 de diciembre un referéndum consultivo no vinculante con opción de respuesta binaria a cinco puntos respecto al conflicto de antaño que mantiene con Guyana.
Un conflicto bélico podría desatarse en plena Sudamérica. Maduro realizará una consulta este domingo y Brasil alistó sus tropas.
Venezuela realizará este domingo 3 de diciembre un referéndum consultivo no vinculante con opción de respuesta binaria a cinco puntos respecto al conflicto de antaño que mantiene con Guyana.
En la que podría ser la tercera instancia profunda de debate desde la época colonial, el gobierno de Nicolás Maduro reflota el reclamo soberano por la región de Guayana Esequiba, parte de Guyana y ubicada al este del territorio venezolano.
Con argumentos cruzados, el pedido de Venezuela fue evaluado este 2023 por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya tras una solicitud de la ONU a través de su Secretario General, António Guterres. El fallo determinó como ilegítimo el reclamo chavista.
Por este motivo se inició la campaña “Venezuela toda”, que promueve la respuesta positiva del pueblo a las consultas sobre el acuerdo o no con la creación del estado (provincia) Guayana Esequiba, y también sobre el laudo arbitral de París de 1899, bajo el cual se ampara Guyana y que fija unos límites que Venezuela rechaza, y el acuerdo de Ginebra de 1966, como único instrumento jurídico para una solución pacífica en la controversia territorial.
En medio de la campaña y la conformación de los “comandos”, esta se notificó desde la inteligencia brasileña que el ejército venezolano estaría preparando una operación militar sobre la región de Guayana Esequiba. En simultáneo, Estados Unidos envió a los jefes del Comando Sur al país sudamericano para planificar la defensa ante un eventual avance.
Respecto a los argumentos que cada nación posee en su reclamo, como así también los riesgos existentes de un nuevo conflicto bélico en plena Sudamérica, El Litoral dialogó con Andrei Serbin Pont, Analista Internacional y Presidente de CRIES (Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales).
Andrei Serbin Pont remarca en primera instancia que: “Venezuela sostiene un largo reclamo territorial sobre Guyana, el cual ha sido disputado en instancias internacionales, y el cual sigue demarcando en sus mapas como Zona en Reclamación”.
“La posición histórica venezolana sostiene que Venezuela tiene la titularidad de la soberanía sobre ese espacio geográfico, empezando por el hecho de que desde 1777 con la creación de la Capitanía General de Venezuela se estableció como frontera oriental entre España y Países Bajos (Antigua Holanda) el río Esequibo”, agrega el analista sobre las fronteras que luego fueron avaladas en el proceso de independencia de la Gran Colombia
Andrei comenta además que “según la legislación venezolana la Guayana Esequiba es parte integrante de la jurisdicción de los estados Bolívar y Delta Amacuro”.
Actualmente, el límite se encuentra establecido en longitudes más occidentales, partiendo de la llamada La Línea en el extremo norte sobre el Océano Atlántico y atravesando la línea del río Cuyuní, un brazo de Esequiba.
Otro de los puntos que Venezuela sostiene es que en la venta de los territorios desde Países Bajos a Reino Unido en 1814 no se brindaron delimitaciones precisas y los asentamientos británicos se expandieron hacia el oeste tras el descubrimiento del oro.
El Estado guyanés sostiene su posición “en base a lo que considera argumentos legales como Laudo Arbitral de París de 1899 y el Acuerdo de Ginebra de 1966”, destaca Andrei Serbin Pont.
Dichos documentos “reconocen la frontera como aquella creada posteriormente con la expansión territorial británica y su “definición” con la independencia de Guyana en 1966”, agrega el analista internacional.
Así como los venezolanos destacan aquel interés europeo en la región por los recursos, los guayaneses aseguran que los movimientos recientes de sus vecinos se deben a los yacimientos petroleros en su zona marítima que en 2015 encontró la empresa Exxol.
El interés de Maduro recae en una cuestión profunda de soberanía y en estos mismos recursos que podrían expandir aún más las reservas petroleras del país líder a nivel mundial en esta categoría con uno 303.806 millones de barriles. Guyana, en su totalidad, cuenta con 11.000 millones de barriles de crudo recuperables aproximadamente, lo que la deja 17° en el mundo.
En contracara, Guyana también reclama que existe una ocupación ilegal con plataforma militar por parte de Caracas en la isla de Anacoco en el río Cuyuní.
A pesar de los indicios de movimientos militares en la región, el panorama no brindaría las condiciones completas para que se proceda a una escalada del conflicto.
Serbin Pont destaca un factor determinante que limitaría el conflicto: “El contexto bélico es uno de profunda asimetría donde Guyana carece de capacidades militares reales mientras que Venezuela a pesar de profundas falencias logísticas y operacionales dispone de medios necesarios para llevar adelante operaciones militares limitadas en un contexto de conflicto de baja intensidad”.
“Las chances de que esto ocurra son bajas en particular porque el impacto más grande se vería sobre la capacidad de maniobra internacional de Venezuela. Diría de que no hay indicios de un conflicto armado inminente, pero sí un riesgo latente de que la escalada retórica derive en una confrontación localizada que después pueda escalar al entrar en juego diversos intereses de potencias extra regionales”, agrega en referencia al rol que podrían tomar los agentes de Oriente o el extremo norte de Occidente.
Venezuela logró en los últimos meses que Estados Unidos levantara una serie de sanciones que le ponían “el palo sobre la rueda”. Desde la invasión de Rusia a Ucrania, la venta de recursos también reflotó en los caribeños, de igual manera que se vieron beneficiados por la merma en las críticas dentro del continente.
Esta mejora en la imagen a nivel internacional podría ponerse en juego si se produce un ataque armado a Guyana, en caso de obtener el aval del pueblo. El contrapeso lo hace el crecimiento de María Corina Machado, candidata a presidenta opositora de cara a las elecciones nacionales en octubre de 2024. El aura nacionalista del chavismo pareciera ser la última bala de una gestión que lleva años a pique.
"En Guyana manda el Comando Sur (EEUU). Hemos conseguido evidencias de que están empezando a construir una base militar del Comando Sur apuntando a Venezuela. Primer elemento grave", declaró recientemente Maduro y agregó: "Con nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana, Venezuela toda seguirá luchando para recuperar el Esequibo, por la soberanía y la integridad nacional. Es nuestro destino".