El Litoral
La Corte Nacional de Justicia sentenció a Jorge Glass como autor del delito de asociación ilícita por los sobornos de la empresa brasileña.
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Télam
La Corte Nacional de Justicia (CNJ) de Ecuador sentenció al vicepresidente sin funciones Jorge Glas a 6 años de prisión como autor del delito de asociación ilícita por los sobornos de la empresa brasileña Odebrecht.
Para el tribunal, el testimonio del delator de Odebrecht José Conceicao Santos demuestra que los actos ejecutados por Glas fueron "principales" para la ejecución del delito en cinco proyectos estratégicos, y que esos hechos fueron demostrados por "otros medios de prueba", citó la agencia EFE.
La misma sentencia de 6 años se dispuso para Ricardo Rivera, tío de Glas; Edgar Arias; Carlos Villamarín y Ramiro Carrillo, por su participación también en calidad de autores de ese delito.
Las sentencias se conocieron cuando medio centenar de personas se concentró hoy ante la sede de la CNJ para exigir una sentencia de inocencia para el vicepresidente Glas.
Poco antes de que los jueces dicten su veredicto, decenas de sus partidarios gritaban una y otra vez "Glas amigo, el pueblo está contigo" o "libertad, libertad para Jorge Glas".
"No hay pruebas, no hay pruebas", se leía en una de las pancartas de los manifestantes, muchos de los cuales iban vestidos con camisetas verdes del fracturado movimiento de izquierdas Alianza País y alzaban banderas.
Este proceso judicial se produce en medio del conflicto político que enfrenta al presidente Lenín Moreno, que le quitó todas las funciones a Glas por sus críticas al Ejecutivo, con el ex mandatario Rafael Correa, que defendió y visitó al detenido vicepresidente cuando regresó a Ecuador días pasados.
Con la consigna de "Glas, ladrón, devuelve el billetón", y carteles de "Devuelvan todo lo robado", "A la cárcel", otro grupo de detractores pedía una "sentencia ejemplar" para "los ladrones".
Para los críticos de Glas, el ex presidente Correa (2007-2017) es el último responsable de la corrupción ocurrida en el país, tanto en el caso Odebrecht como en el de la petrolera nacional Petroecuador, y lo consideraron en ese sentido "el capo de la mafia".