A siete décadas exactas de la firma del armisticio en la península de Corea, el conflicto entre ambas naciones aparenta extenderse eternamente en este impasse condimentado con ejercicios militares al límite de las fronteras marítimas y declaraciones cruzadas. Estas últimas con incremento desde 2021.
El punto de inflexión o la cuerda de la cual tirar es el hecho de que, técnicamente, nunca se firmó la paz y se puede decir que Corea del Sur y Corea del Norte aún están en guerra, una que inició el 25 de junio de 1950.
El 27 de julio de 1953, hace 70 años, se firmó el Acuerdo de Armisticio de Corea en la ciudad de Panmunjom, ubicada en la actual Zona Desmilitarizada llamada “Paralelo 38”.
Allí, con presencia de representantes norcoreanos (uno de ellos Kim Il-sung, abuelo del actual líder supremo Kim Jong-un), de la ONU y estadounidenses, hubo un primordial ausente: Corea del Sur. El entonces presidente, Rhee Syng-man, se negaba a firmar la paz y pretendía concretar la tan ansiada unificación.
El General estadounidense M. Bryan Blackshear, intecambia credenciales con el teniente general Lee Sang Cho en la sesión de apertura de la Comisión de Armisticio Militar.
De esta manera, todavía en 2023 hay puntos del acuerdo que no se han resuelto, algunos por culpa del propio documento. Si bien se detuvieron las hostilidades, el papel no reconoce a los países como “dos Coreas”, por lo que sigue vigente el reclamo territorial de ambos.
El ineludible contexto del mapa geopolítico impuesto por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania también afecta a estos dos países asiáticos. A pesar de la tendencia a despolarizar el planeta (por el momento sólo en discurso de ciertas naciones del hemisferio sur y el lado oriental), las Coreas no han escapado a la necesidad de posicionarse.
A pesar de que el BRICS le ha soltado una de las dos manos a Rusia, China sigue siendo su principal aliado militar y comercial. Allí apuntó Corea del Norte para reforzar una posible alianza regional.
Muy alejada queda la particular visita de Donald Trump al Paralelo 38.
Por el lado de Corea del Sur, el arribó de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) la tiene como protagonista junto a Japón.
Visitas rusas y chinas
En lo que resulta una simple acción de política internacional a comparación de las decenas de misiles balísticos intercontinentales lanzados en los últimos meses y las pruebas nucleares en el mar de Japón, Corea del Norte recibió a delegaciones de Rusia y China con la excusa de conmemorar los 70 años del armisticio.
Con presencia del mismísimo Kim, el ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigú, fue recibido con presencia militar al bajar del avión y participó de una serie de encuentros bilaterales.
Kim Jong-un junto a Sergei Shoigu. Crédito: KCNA (Agencia Telegráfica Central de Corea)
Shoigú fue directo y definió a Corea del Norte como “estado amigo”. "La RPDC (República Popular Democrática de Corea, denominación oficial de Corea del Norte) es un socio importante para Rusia, con el que estamos ligados por una frontera común y una rica historia de cooperación", agregó.
Con la llegada de Li Hongzhong, miembro del foro político central del Partido Comunista de China, el gigante asiático se hizo presente en una fecha particular para la región.
"Consideramos que la visita contribuirá al desarrollo sano y estable de las relaciones entre China y Corea del Norte, al fortalecimiento de la paz y la estabilidad en la región y la creación de condiciones para la resolución política del problema de la península", manifestó la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning.
La llegada de Li Hongzhong. Crédito: KCNA (Agencia Telegráfica Central de Corea)
Posiblemente la imagen de mayor resonancia sea la de los representantes chinos y rusos en pleno desfile militar norcoreano que no escatima en grandilocuencia.
Ejercicios de la OTAN en Asia
Sin representar un mayor riesgo directo para la estabilidad mundial por un eventual uso de sus herramientas nucleares en relación a su vecino, Corea del Sur se ha movilizado geopolíticamente hablando desde la llegada de Yoon Suk-yeol al mandato presidencial.
Ya es una realidad que la OTAN incluyó a los surcoreanos en el Programa de Asociación Personalizado, dentro del marco de cooperación bilateral firmado en 2012.
Yoon Suk-yeol este jueves en el saludo oficial a los caídos. Crédito: Jung Yeon-je / Reuters
La diferencia con el acuerdo ya existente es que las áreas de cooperación pasan de 7 a 11, incluyendo ahora ciberdefensa y antiterrorismo a tecnologías emergentes con el objetivo de “promover el entendimiento común sobre amenazas comunes".
Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, remarcó que "lo que pasa en el Indopacífico importa a Europa y viceversa".
La rúbrica se dio el pasado 11 de julio, en la reciente cumbre de la alianza a la cual fueron invitados Corea del Sur, Japón, Australia y Nueva Zelanda con la intención de “estrechar” relaciones.
En lo que a los actos oficiales se refiere, Yoon estará en la ciudad portuaria de Busan junto a un grupo de veteranos de guerra frente a un cementerio en honor a los soldados de la ONU muertos durante el conflicto de la península.
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