Al menos 35 personas murieron y otras 100 resultaron heridas este viernes en un ataque con cohetes contra la estación de Kramatorsk, en el este de Ucrania, donde centenares de personas esperaban un tren para salir de la región, en un ataque que fue calificado como una "maldad sin límites" por el presidente ucraniano, Volodomir Zelenski.
"Más de 30 personas murieron y más de 100 resultaron heridas tras un disparo de cohetes contra la estación (...) Es un ataque deliberado", dijo en Telegram Oleksander Kamishin, responsable de la compañía ferroviaria ucraniana Ukrzaliznytsia.
Minutos después, los servicios de rescate informaron que los muertos eran al menos 35.
Un reportero de la agencia de noticias AFP que acudió a la estación esta mañana vio a centenares de personas que aguardaban un tren para salir de la región, amenazada por una ofensiva rusa de gran envergadura, en dirección a otras partes más seguras del país.
Frente a la estación de Kramatorsk se veían varios automóviles carbonizados y los restos de un misil. El lugar estaba sembrado de maletas abandonadas, vidrios rotos y escombros. El interior de la estación estaba cubierto de sangre, a menudo pisoteada y extendida hacia la calle, debido al movimiento de los cuerpos, reportó la agencia francesa.
De inmediato, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, calificó de acto de "maldad sin límites" de parte de Rusia el ataque con cohetes contra la estación ferroviaria.
"Como no tienen fuerza ni valor para enfrentarse a nosotros en el campo de batalla, destruyen cínicamente a la población civil. Es una maldad sin límites. Y si no se castiga, no cesará jamás", dijo el mandatario en Telegram, denunciando los métodos "inhumanos" de las fuerzas rusas.
Kramatorsk se encuentra en una zona de la provincia de Donetsk no controlada por la autoproclamada prorrusa República Popular del mismo nombre, una región rusoparlante de Ucrania que se alzó en armas contra la conducción nacional del país hace ocho años, luego de que Kiev no cumpliera con determinadas medidas de autonomía a las que se había comprometido en los acuerdos de paz de Minsk de 2014 y 2015.
Donetsk y otra provincia, Lugansk, integran la región esteña del Donbass, de mayoría de población de cultura e idioma ruso, que viene reclamando su independencia de Ucrania y actual objetivo de la invasión militar rusa, que hoy entró en su día 44.
Minutos antes de la confirmación del ataque por parte de Kamishin, el jefe de la administración militar regional de Donetsk, Pavlo Kirilenko, había señalado que "los nazis rusos" dispararon en el lugar un misil Iskander.
"La Policía y los equipos de rescate informan de decenas de muertos y heridos", agregó, citado por la agencia de noticias Europa Press.
Subrayó que "miles de personas se encontraban en la estación durante el ataque debido a que los residentes de Donetsk están siendo evacuados a regiones más seguras en Ucrania".
"Los racistas sabían bien a dónde apuntaban y lo que querían", reseñó Kirilenko, y agregó que Moscú "quiere destruir todo lo ucraniano".
"Rusia es un país de villanos y criminales. El mal debe ser detenido y castigado", enfatizó.
Por su parte, las autoridades prorrusas de Donetsk confirmaron este viernes que más de 30 civiles resultaron heridos durante la jornada de jueves por ataques de las tropas ucranianas.
"En las últimas 24 horas, a causa de los disparos de las formaciones armadas de Ucrania contra el territorio de la República Popular de Donetsk (...) 34 civiles sufrieron heridas de diversa gravedad", publicó la entidad en su canal de Telegram.