El prototipo de cohete Starship SN9 de SpaceX explotó este martes al aterrizar mientras realizaba una última prueba de vuelo. La nave espacial alcanzó una altura de aproximadamente 10 kilómetros antes de volver a tierra.
La nave espacial alcanzó una altura de aproximadamente 10 kilómetros durante la prueba de vuelo.
El prototipo de cohete Starship SN9 de SpaceX explotó este martes al aterrizar mientras realizaba una última prueba de vuelo. La nave espacial alcanzó una altura de aproximadamente 10 kilómetros antes de volver a tierra.
Sin embargo, poco antes de llegar a la plataforma de aterrizaje, realizó una compleja maniobra, pero no pudo enderezarse correctamente y se estrelló contra las instalaciones, ubicadas en Boca Chica, en Texas (EE.UU.).
La compañía aeroespacial del Elon Musk enfatizó la importancia de lograr un aterrizaje seguro para Starship en su sitio web antes del reciente lanzamiento.
"Un descenso aerodinámico controlado con alerones corporales y la capacidad de aterrizaje vertical, combinados con la recarga en el espacio, son fundamentales para el aterrizaje de la nave estelar en destinos del sistema solar en los que no existen superficies preparadas o pistas de aterrizaje, y para el regreso a la Tierra", afirmó SpaceX.
El prototipo de cohete de acero inoxidable medía unos 45 metros de altura y estaba propulsado por tres motores.
Por otra parte, el lanzamiento del SN9 se retrasó casi una semana mientras SpaceX trabajaba para obtener el permiso correspondiente de la Administración Federal de Aviación, tras la violación de los términos de su licencia de lanzamiento con el vuelo del SN8.
El Starship SN9 que explotó en su descenso final, al igual que el SN8 destruido a fines del año pasado, eran prototipos del cohete de carga pesada que está desarrollando la compañía espacial para transportar personas y al menos 100 toneladas de carga en futuras misiones a la Luna y Marte.