Una tormenta solar o electromagnética de grado cuatro (G4), calificada como “fuerte” fue registrada este domingo por la noche en casi todo el hemisferio norte del planeta. El más alto es G5.
Estados Unidos y Canadá fueron los países más privilegiados ante el particular fenómeno meteorológico.
Una tormenta solar o electromagnética de grado cuatro (G4), calificada como “fuerte” fue registrada este domingo por la noche en casi todo el hemisferio norte del planeta. El más alto es G5.
El fenómeno meteorológico pudo apreciarse en el cielo con unas impactantes auroras boreales presentes en varios países, incluso en sitios pocos frecuentes.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, uno de los sectores más afectados por la tormenta, había alertado en las horas previas.
El nivel de la misma puede afectar, en una escala leve, las comunicaciones, señales de radio, GPS y conexiones eléctricas.
Este particular episodio también tuvo presencia importante en Canadá, Rusia y Gales, donde varios ciudadanos compartieron en sus redes sociales el cielo iluminado.
La tormenta solar o geomagnética se produce como consecuencia de una erupción solar que arroja partículas cargadas hacia la Tierra. Estas partículas interactúan con el campo magnético terrestre y generan una serie de efectos en la ionosfera, como la amplificación de las corrientes eléctricas y la aparición de auroras.
La intensidad de la tormenta geomagnética puede variar en función de diversos factores, como la intensidad y dirección del campo magnético solar y la interacción de las partículas con el campo magnético terrestre.
En esta ocasión, se trata de un nivel G4, lo que indica una tormenta de intensidad alta pero no extrema.