Irán y Arabia Saudita llegaron a un acuerdo para retomar el diálogo y restablecer las relaciones diplomáticas con las aperturas de ambas embajadas como elemento simbólico.
Se decidió reabrir ambas embajadas en Teherán y Riad tras cuatro días de negociación en Beijing.
Irán y Arabia Saudita llegaron a un acuerdo para retomar el diálogo y restablecer las relaciones diplomáticas con las aperturas de ambas embajadas como elemento simbólico.
La reunión se llevó a cabo en Beijing, con el gobierno chino como intermediario. Cuatro días de diálogo se necesitaron para acordar los pormenores.
El comunicado conjunto anunciando esta decisión se firmó este viernes en China, reactivando la actividad diplomática entre Teherán y Riad en un plazo máximo de dos meses.
"Tras las conversaciones, la República Islámica de Irán y el Reino de Arabia Saudita acordaron reanudar las relaciones diplomáticas y reabrir embajadas y representaciones en un plazo máximo de dos meses", expresa el comunicado, difundido por agencias de los tres países.
Las relaciones diplomáticas entre los dos países se rompieron en 2016 tras el asalto a la embajada saudí en Teherán. Este asalto ocurrió en el contexto de las protestas por la ejecución del clérigo chiita saudí Nimr al-Nimr.
Este anuncio llega meses después de que, en agosto de 2022, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait, que también rompieron relaciones diplomáticas con Irán en 2016, restablecieran relaciones con Teherán.
Se trata de una continuidad del plan de acuerdos de Irán en la región, con el objetivo de reafirmar el poderío del Golfo Pérsico.
En agosto de 2022, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait también restablecieron sus relaciones con Irán tras romperlas en 2016.
La primera reacción desde Estados Unidos parece ser cautelosa. A pesar de seguir con relaciones bilaterales resquebrajadas con Irán e incrementando la tensión con China, Arabia Saudita sigue siendo su “embajador” en Medio Oriente.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense ha dado la bienvenida a cualquier esfuerzo que contribuya a poner fin a la guerra en Yemen y a "desescalar las tensiones" en la zona.
En contraparte, desde Israel llegó una dura crítica. Naftali Bennet, exprimer ministro israelí, manifestó en Twitter: "La renovación de las relaciones entre AS e Irán es un desarrollo serio y peligroso para Israel y es una victoria política para Irán. Este es un golpe fatal al esfuerzo por construir una coalición contra Irán"