Sábado 7.10.2023
/Última actualización 14:36
“Es una imagen de guerra asimétrica en su máxima expresión: maximizando los recursos disponibles y sobre todo poco previsibles” señala el teniente general Agustín Cejas a este medio cuando se le pide un golpe de vista táctico a la imagen de parapentes con terroristas del Hamas ingresando a Israel, a partir de las 02 AM de este sábado. Sucede que ese procedimiento, al operar en forma remota, les permite a los islamitas minimizar pérdidas (humanas y de material) y maximizar daños en los objetivos buscados. Parece extraño hablar en estos términos, frente al “Escudo de Hierro” de Israel, pero puede entenderse que al tener una superficie importante de tela y muy poca de metal será menos detectable al radar y a los sistemas de defensa antiaérea del país agredido.
Cuando uno imagina una llegada desde el aire, tiende a imaginar aviones, helicópteros o paracaidistas. Desde lo que ocurre en Ucrania se suman los drones, que el Hamas también utiliza por estas horas en Israel. Sobre la primera parte del párrafo, vale destacar que, respecto a los paracaidistas, la ventaja es que el parapente navega más, es más sustentable y puede despegar de una altura no tan importante y sin necesidad de una aeronave. Esto último es algo que los atacantes no deben poseer.
“Son ataques que contribuyen al factor sorpresa”, explicó el entrevistado.Sobre el impacto abstracto en las tropas y autoridades alcanzadas, el ex jefe del Ejército Argentino señala que “el efecto buscado es generar desinformación al producir hechos poco probables y poco creíbles, que demoran la toma de decisión en un mando convencional” para reaccionar ante el avance enemigo. “Son ataques que contribuyen al factor sorpresa”, sintetiza.
La aplicación de este tipo de operaciones, señala el general Cejas, “podrían ser empleados en casos muy puntuales, aunque aún no disponemos de demasiada información de lo que está pasando en Israel, sobre objetivos seleccionados para lograr un efecto muy específico”. Sin embargo, es imprescindible recordar que “nunca serían masivos, ante las vulnerabilidades que poseen: son lentos, de vuelo bajo, sin protección y están desarmados”.
La mirada desde la inteligencia
Fuentes de la Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar apuntan a El Litoral, coincidiendo con el otro entrevistado, que “los parapentes sirven en un primer momento, para obtener la sorpresa estratégica, pero que una vez detectada la operación tienen poco tiempo por delante para seguir adelante de esa forma”.
Para entender cómo es posible ver terroristas cortando pasos fronterizos o ingresando con parapentes a Israel, destacan que “Hamas tiene gran cantidad de infiltrados en la parte israelí, entonces saben bien cuando el ejército de ese país (IDF) está desatento o concentrado en otro punto y ejecutan este tipo de acciones, que después no pueden sostener en el tiempo”. Por eso buscan objetivos de alto nivel, como el general del IDF que sería parte de los judíos secuestrados y llevados Gaza, con todo lo que ello implica para las negociaciones y respuestas. Hasta ahí, la hipótesis de una falla de los servicios de inteligencia tremenda.
Sin embargo, también advierten que la proporcionalidad de fuerzas no debe pasar desapercibido. En eso recuerdan los enfrentamientos del 2000 y 2006, asegurando que se “permitieron” ataques árabes para después realizar una reacción masiva en zonas y áreas de interés para las autoridades judías. Aquí es cuando asimilan las increíbles imágenes de las infiltraciones de terroristas de este sábado con las primeras declaraciones de autoridades de Israel, anunciando represalias. En estas últimas líneas, el planteo que abre lugar a un escenario casi conspiranoico, aunque bien podría entenderse como de velo y engaño, aunque a costa de imperdonables víctimas inocentes.