Las consecuencias del brutal misil que impactó en el hospital bautista Al-Ahli de la Franja de Gaza y provocó unas 500 muertes, ya toman preponderancia.
Se estima que la destrucción del hospital bautista Al-Ahli provocó 500 muertes.
Las consecuencias del brutal misil que impactó en el hospital bautista Al-Ahli de la Franja de Gaza y provocó unas 500 muertes, ya toman preponderancia.
La primera de las acusaciones por parte de Hamás apuntaron al Ejército de Israel, indicando que fue un ataque directo a su población, en consonancia con parte del relato de su gobierno de emergencia.
Desde la gestión del primer ministro Benjamin Netanyahu negaron estar vinculados al misil y redoblaron la apuesta indicando que el episodio se trató de un autoatentado.
A las horas de la explosión, las Fuerzas de Defensa de Israel (Tzáhal) compartieron un breve audio en el que supuestamente dos miembros de Hamás revelarían que la artillería pertenecía a la Yihad Islámica Palestina.
En la traducción oficial israelí al español, se puedo leer que el primero de los hombres espiado indica: “Te digo que es la primera vez que vemos un misil como este cayendo”, a lo que un segundo miembro del grupo terrorista le responde: “Y es por eso que estamos diciendo que es de la Yihad Islámica Palestina”.
Posteriormente, en la que sería una prueba de lo ocurrido este martes en Gaza, las dos personas se lamentan y maldicen el hecho de que el misil haya impactado precisamente en dicho sector.
Previo a que se compartiera este documento oficial desde Tel Aviv, circuló en redes sociales un confuso video que mostraba un supuesto impacto sobre el edificio de Al-Ahli. Estas imágenes habrían sido publicadas antes de la tragedia, lo que la desestima.
La teoría de Israel, ahora definida como disparo fallido en lugar de autoatentado, fue avalada por el propio presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien arribó a Tel Aviv este miércoles y sostuvo una conferencia con Netanyahu.
Además del líder estadounidense, se planteó la posibilidad de un viaje express de su par de Francia, Emmanuel Macron. El francés pidió de forma urgente: "Se debe abrir sin demora el acceso humanitario a la Franja de Gaza".
Sosteniendo su posición y de forma esperada, la Yihad Islámica Palestina, considerada terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea (UE), Reino Unido, Japón, Canadá, Australia e Israel, también negó responsabilidades.
“Confirmamos que las acusaciones formuladas por el enemigo son falsas e infundadas”, indicó en un comunicado la organización liderada por Ziyad al-Nakhalah.
La nota de la Yihad Islámica indicó que primero el vocero de la cancillería de Israel, Lior Ben Dor, afirmó que “armas y explosivos estaban deliberadamente almacenados en el hospital” y que “la explosión tuvo lugar dentro del hospital tras el lanzamiento de misiles desde su perímetro israelí”.
El mismo documento agrega que el Ejército israelí declaró que el hospital fue alcanzado como consecuencia de un lanzamiento fallido de proyectiles, que atribuyó a su organización.
“Esto confirma que los mentirosos no coinciden en una única versión: si el misil fue lanzado dentro del hospital o si el hospital fue alcanzado por un misil disparado desde el exterior”, remarcó el comunicado.
El viaje de Joe Biden a Medio Oriente se podría haber dado por más que no se reflotara el actual conflicto Israel-Palestina. En Jordania debía llevarse a cabo desde este miércoles la “cumbre de los cuarto” entre los anfitriones, Estados Unidos, Egipto y representantes palestinos.
También de manera previsible, el Ministerio de Relaciones Exteriores jordano decidió cancelar la cita en su capital Ammán bajo el argumento de que “no se podrá detener la guerra ahora”.
Una serie de países repudiaron de forma oficial el incidente en el hospital, sumándose a Irán, Iraq y Siria como miembros de la “Resistencia” y Qatar como uno de los supuestos financistas.
Emiratos Árabes Unidos, el Reino de Bahréin, Kuwait, Arabia Saudita, Egipto y Marruecos se sumaron al reclamo.
A la par, en la madrugada de este miércoles, miles de personas se congregaron de forma violenta frente a las embajadas de Estados Unidos en Líbano e Iraq, las de Israel en Turquía y Jordania y las de Francia y Reino Unido en Irán.