El desierto de Atacama (Chile), uno de los lugares más secos de la Tierra, está empezando a experimentar un derroche de color a medida que una rara flor otoñal cubre su marciano paisaje.
Conocido como 'desierto florido', este fenómeno sucede cada 6 o 7 años de septiembre a noviembre.
El desierto de Atacama (Chile), uno de los lugares más secos de la Tierra, está empezando a experimentar un derroche de color a medida que una rara flor otoñal cubre su marciano paisaje.
El desierto de Atacama generalmente recibe solo 0.6 pulgadas (15 milímetros) de lluvia al año, aunque algunos lugares de la región, como Arica, reciben incluso menos, experimentando entre 0.04 y 0.12 pulgadas (1 y 3 mm) de lluvia al año. La mayor parte del tiempo, el desierto es un paisaje imponente y de otro mundo de pendientes empinadas y rocosas, lagos salados y antiguos flujos de lava.
Sin embargo, hasta en el más seco de los lugares llueve de vez en cuando. Y, cuando lo hace, la vegetación reacciona a ese mínimo estímulo acuoso, sembrando sus suelos agrietados con un colorido manto de flores. Este fenómeno, conocido como desierto florido, causa la fascinación de los científicos, pero también del resto de los mortales. Entonces, ciudades chilenas, como Copiapó, se llenan de turistas dispuestos a ver cómo la naturaleza se abre paso en este lugar inhóspito.
¿Pero por qué florece el desierto? La ausencia de heladas y precipitaciones durante un largo periodo de tiempo hacen que las semillas que se ocultan bajo la tierra se 'duerman' consiguiendo que pasada la lluvia, las semillas comiencen a germinar. Dicha ausencia en relación con la climatología, se asocia con el fenómeno climático denominado El Niño.
El Niño es un fenómeno climatológico asociado al calentamiento de las aguas del Pacífico Oriental Ecuatorial. Junto a la Niña, que se corresponde con la fase fría, constituye uno de los extremos de un patrón climático, conocido como El Niño-Oscilación Sur. Cada año es diferente y la floración de Atacama depende de cómo se haya portado El Niño en los últimos meses.
Según el Servicio de Parques Nacionales de EE. UU., que monitorea superfloraciones periódicas similares en Death Valley, California: “la mayoría de las vistosas flores silvestres del desierto son anuales, también conocidas como efímeras porque son de corta duración. Una lluvia suave y profunda es esencial para una exhibición floral del desierto". Este otoño, las condiciones meteorológicas han sido favorables y ya están comenzando a aparecer los primeros brotes y se empieza a hacer realidad el 'desierto florido'.
Atacama no es el único desierto que florece. Este fenómeno también ocurre en desiertos ubicados Australia o en Estados Unidos, como Mojave, aunque Atacama quizás reciba más fama por esto al ser ya per se un lugar turístico desde hace décadas.