Moldavia mantiene desde hace meses una crisis social interna potenciada por el sensible contexto diplomático en la región por la invasión de Rusia a Ucrania.
El país de Europa Oriental planearía “desaparecer” para poder unirse de manera indirecta a la Unión Europea y la OTAN. La región de Transnistria sigue siendo clave.
Moldavia mantiene desde hace meses una crisis social interna potenciada por el sensible contexto diplomático en la región por la invasión de Rusia a Ucrania.
El crecimiento de los movimientos prorrusos, sostenidos por la región separatistas de Transnistria sobre la frontera este con territorio ucraniano, han hecho tambalear al gobierno.
La crisis energética, el crecimiento impositivo y la inflación son los pilares de las protestas que se extienden desde septiembre hasta la actualidad en una de las naciones de Europa más pobres y menos visitadas.
La solicitud de adhesión a la Unión Europea (UE) en 2022 instó a los movimientos prorrusos a que salieran con más fuerza a las calles y pidieran por la dimisión de la presidenta Maia Sandu y la disolución de su gabinete.
Ciertas facciones incluso pretenden ir más allá del fortalecimiento de las relaciones con el Kremlin y se muestran interesados en anexarse a Rusia. Todo un drama que se desarrolla con el conflicto bélico más importante del siglo XXI a sólo kilómetros.
Cualquiera de las dos vías tiene el mismo objetivo, evitar caer en una guerra y que la crisis económica-energética no se acreciente.
Los rumores, fomentados por comentarios de altos mandos de Estados Unidos y la OTAN, aseguran que Moscú observa a Transnistria (región prorrusa donde además hay 1.700 soldados rusos) como un posible nuevo frente de batalla desde el oeste.
El plan de ingresar por la región de Odesa, cercano a Crimea, es factible ya que a sólo unos kilómetros se encuentra Tiraspol, capital de la autoproclamada República de Transnistria.
Establecerse en dicho espacio, con el apoyo de las fuerzas separatistas locales, involucraría directamente a Moldavia en el conflicto.
Los intentos del gobierno de Vladimir Putin de convertir a Moldavia en un país “títere” llevan más de una década. Actualmente se mantiene vigente el pedido de la ONU a Rusia para que retire sus tropas y el financiamiento a la también llamada República Moldava del Dniéster.
La Asamblea General de las Naciones Unidas el 22 de junio de 2018 que "insta a la Federación de Rusia a que complete, de manera incondicional y sin más dilación, la retirada ordenada del Grupo Operacional de las Fuerzas Rusas y sus armamentos del territorio de la República de Moldova
El apoyo a la unión de Moldavia y Rumania creció hasta casi un 50% en los últimos meses en el pequeño país europeo. A la par que se refuerzan las manifestaciones opositoras.
Como una de las medidas simbólicas más fuertes, el parlamento moldavo decidió el pasado 3 de marzo modificar su idioma oficial del moldavo al rumano. El pasado fin de semana, el Bloque de Comunistas y Socialistas llevó a cabo protestas frente al Tribunal Constitucional.
La inserción de Moldavia en la UE le daría el privilegio de ser parte de la unión supranacional más grande del mundo, la que podría utilizar como “escudo” ante la amenaza rusa. Si bien no se envió la solicitud de adhesión a la OTAN, la unificación con Rumania les daría el acceso directo.
Desde ambos gobiernos se planteó esta posibilidad como “beneficiosa” para la población. A principios de marzo, se comprometieron el miércoles a impulsar los lazos económicos
El apoyo rumano para el ingreso de su vecino a la Unión es firme. La opción de unificación de los países sería una carta que se utilizaría como último recurso. Desde Europa afirman que la fecha clave es el 23 de marzo.
"Rumanía apoyará con firmeza la agenda europea, la recuperación económica y el fortalecimiento de la seguridad de Moldavia", dijo Klaus Iohannis, presidente rumano.
Otro aspecto que definen como favorable es el desbloqueo de la situación de Transnistria, la cual quedaría fuera de este nuevo país y podría incorporarse como una región a la Federación de Rusia.
Hecho poco probable teniendo en cuenta la solicitud de la Nacimiento Unidas y el riesgo que representaría para el pueblo ucraniano. Sin siquiera llegar a tener en cuenta la posibilidad de que se incorpore como república autónoma a Ucrania.