La reconquista de Afganistán por parte de los talibanes atemoriza al mundo por su brutalidad, pero ha encendido las alarmas en la comunidad internacional por las consecuencias que podría tener particularmente para las mujeres.
Pese a que los talibanes aseguran que podrán trabajar y estudiar “bajo la ley islámica”, el recuerdo de lo ocurrido entre los años 1996 y 2001 hace que reine el escepticismo
La reconquista de Afganistán por parte de los talibanes atemoriza al mundo por su brutalidad, pero ha encendido las alarmas en la comunidad internacional por las consecuencias que podría tener particularmente para las mujeres.
Sin embargo, el martes, cuando la vida comenzaba a retomarse tras la caída de Kabul el fin de semana, algunos grupos de mujeres decidieron levantar la voz, desafiando al régimen. “Queremos nuestros derechos, queremos seguridad social, el derecho al trabajo, a la educación y a la participación política. Ninguna fuerza puede ignorar y reprimir a las mujeres. Todos nuestros logros a lo largo de los años no pueden verse comprometidos”, coreaba un grupo de mujeres con carteles en sus manos, citadas por el periodista de Al Jazeera, Hameed Mohd Shah, quien además compartió un video.
La agencia de noticias Reuters también compartió un video de las protestas, e informó que el grupo de mujeres se reunieron en frente al Palacio Presidencial reclamando la protección de sus derechos.
Por su parte, la periodista de Deutsche Welle, Shakeela Ebrahimkhil, escribió, junto a las imágenes: “Mujeres afganas hoy en las carreteras de Kabul... ¡Bravo!”.
“Valientes mujeres afganas reclamando por sus derechos en Kabul: ‘Todas las mujeres tenemos derechos al trabajo, la educación y la participación política‘”, compartió Richard Engeld, corresponsal extranjero para la cadena estadounidense NBC News, en su cuenta de Twitter. Casi en simultáneo, comenzó a circular otro video, en el que de forma similar, se puede ver a cuatro mujeres con sus pancartas. “Una imagen atípica en Afganistán. La primera manifestación de mujeres después de la entrada del movimiento talibán a la capital, Kabul”, escribió Hameed Mohd Shah.
De acuerdo con la agencia AFP, durante el martes las escuelas y universidades de la capital siguieron cerradas y pocas mujeres se atrevieron a salir a la calle, aunque destacó que “algunas se congregaron brevemente a la entrada de la llamada ‘zona verde’ para pedir el derecho a volver a trabajar. Los talibanes intentaron en vano dispersarlas, antes de que civiles las convencieran de marcharse, informó la misma fuente.
El martes, en su primera conferencia de prensa desde su toma de poder, los talibanes hicieron una serie de declaraciones orientadas a llevar tranquilidad a la población; y entre los anuncios afirmaron que las mujeres podrán trabajar, pero de acuerdo a “los preceptos del islam”.
“Vamos a permitir que las mujeres trabajen y estudien (...) las mujeres van a ser una parte muy activa en la sociedad, pero en el marco del islam”, subrayó el vocero talibán Zabihulla Mujahid, ya que “se necesita a las mujeres y se les va a permitir trabajar”. Entre las áreas en las que la mujer formará parte destacó la educación y la salud, donde “van a estar trabajando con nosotros hombro con hombro”.
Además, en una entrevista con la cadena Sky News, Suhail Shaheen, vocero del buró político en Doha, aseguró que el uso del burka (velo integral) no sería obligatorio para las mujeres, ya que “existen diferentes tipos” de velo. Con todo, el recuerdo del país bajo el régimen talibán desarrollado entre 1996 y 2001 permanece fresco, y entonces la mujer fue recluida en el interior del hogar y no se le permitía salir de casa sin la compañía de un hombre. Por ahora, entonces, reina el escepticismo.