Brutales imágenes recorrieron el mundo tras los incidentes registrados en el partido entre Bursaspor y Amed SK por la fecha 25 de la segunda división de fútbol de Turquía.
Las impactantes imágenes sorprendieron al mundo. Fue más que violencia entre hinchadas del Bursaspor y Amed de la segunda división de Turquía.
Brutales imágenes recorrieron el mundo tras los incidentes registrados en el partido entre Bursaspor y Amed SK por la fecha 25 de la segunda división de fútbol de Turquía.
Infinidad de proyectiles; entre ellos botellas, elementos que componen la tribuna e incluso navajas; fue lo que recibieron los jugadores del Amed en el Timsah Arena de la ciudad de Bursa.
Con notorias diferencias a los conflictos que pueden observarse en canchas de Argentina, el motivo de los ataques son netamente políticos y culturales.
El Amed pertenece a la ciudad de Diyarbakır, una de las principales localidades de la región habitada mayoritariamente por kurdos, desencadenante de la postura racista de los hinchas locales.
El territorio reclamado por el pueblo de Kurdistán se divide entre Turquía, Irán, Irak y Siria. Actualmente hay 52.250.000 kurdos, aproximadamente.
Banderas y pancartas alusivas a criminales represores de los ´90 como Mahmut Yıldırım (“Yeşil”) y elementos distintivos de los operativos turcos como los Renault Toro color blanco fueron acompañados por la marcha Mehter (música militar de los otomanos) y otros cánticos: “Afortunado el que pueda llamarse a sí mismo turco”.
Este tipo de actos fueron denunciados por el equipo en la noche previa, cuando los extremistas turcos se acercaron al hotel y desataron un caos en la puerta del edificio.
En contraparte, desde la cuenta oficial del Bursaspor recordaron el último partido en cancha de Amed, donde se había observado una situación similar, pero a la inversa.
Varios medios de comunicación también hicieron alusión a este primer episodio y lo describieron como una “venganza”.
A pesar de la impactante cantidad de objetos contundentes arrojados al campo de juego y el caos que desatado en el mismo, el partido continuó con total normalidad para los efectivos de seguridad y la terna arbitral.
En relación a este punto, el Amed denunció en sus redes sociales tras el partido: Al final del partido, nuestros jugadores fueron atacados en el vestuario y en los pasillos por los agentes de seguridad del Bursaspor, el personal del club y los guardias de seguridad. Hay fotos de los ataques".
Las fuerzas de seguridad de la ciudad de Bursas sí actuaron tras los hechos y según los reportes oficiales detuvieron a siete personas.
El próximo 18 de junio Turquía tendrá la primera vuelta de las elecciones presidenciales y como es habitual en el país de Eurasia, la tensión social es parte de la campaña.
Parte de la comunidad kurda acusa a la alianza oficialista AKP del presidente Recep Tayyip Erdoğan de alentar una turba fascista con el objetivo de alejar a Kurdistán de la oposición.
Uno 30 millones de kurdos habitan Turquía según el censo de 2021.
Más allá de mantener una postura cultural ante el drama de antaño con Kurdistán (que atraviesa uno de sus peores momentos tras la Guerra de Irak), envían un mensaje ante una posible derrota electoral.
De momento, la alianza opositora llamada “Mesa de los Seis” no incluyó a los kurdos dentro de la discusión, algo que reflejaría el éxito de la represión por parte del propio gobierno.