Este viernes, ya instalado en Londres, Carlos III brindó su primer discurso como rey, tras la muerte de su madre Isabel II.
"La admiración y el respeto” que inspiraba la reina “se convirtieron en el sello de su reinado”, señaló.
Este viernes, ya instalado en Londres, Carlos III brindó su primer discurso como rey, tras la muerte de su madre Isabel II.
Describió sus “sentimientos de tristeza” por su “querida madre”, de la que dice que fue una “inspiración y un ejemplo” para él y toda su familia.
El rey afirmó que la vida de Isabel II fue una “vida bien vivida” y que su fallecimiento será “muy llorado”. Sentado junto a una fotografía de su madre y con traje y corbata negros, dijo que la difunta reina “se sacrificó por el deber”.
En otro tramo de su discurso remarcó que el “afecto, la admiración y el respeto” que inspiraba la reina “se convirtieron en el sello de su reinado”. “Como pueden atestiguar todos los miembros de mi familia, combinaba estas cualidades con la calidez, el humor y una capacidad infalible para ver siempre lo mejor de las personas”, afirmó.
Y continuó: “Como la propia reina hizo con tan inquebrantable devoción, yo también me comprometo ahora solemnemente, durante el tiempo que Dios me conceda, a defender los principios constitucionales en el corazón de nuestra nación”.
Mencionó a su “querida esposa Camilla”, confirmando que se ha convertido en su reina consorte. “Sé que aportará a las exigencias de su nuevo papel la firme devoción al deber en la que tanto he confiado”, dijo.
Y –a pesar de las difíciles relaciones de los últimos años– también dedicó unas palabras a los duques de Sussex: “Deseo expresar mi amor por Harry y Meghan mientras siguen construyendo sus vidas en el extranjero”.