De hecho, los testigos del evento fueron unos vulcanólogos que estaban llevando a cabo estudios en el área. Los científicos observaron también una expulsión de rocas volcánicas de entre 30 y 50 centímetros. Por desgracia, destacaron los vulcanólogos, el flujo de lava estaba descendiendo dentro del glaciar Erna y esto acarrea una amenaza para la población local.
En este mismo volcán se produjo un estallido el 18 de febrero, indica el Instituto de Vulcanología y Sismología del Lejano Oriente de la Academia de Ciencias de Rusia. La sección afectada se encuentra en una ladera a una altitud de 2.850 metros sobre el nivel del mar y está compuesta por dos grietas paralelas.
La última erupción en la zona tuvo lugar en octubre de 2020 y duró hasta el 8 de febrero de 2021.