Martine Etthiene, viuda del asesinado presidente haitiano Jovenel Moise y herida durante el ataque del 7 de julio, sugirió que analiza presentarse a las próximas elecciones de su país, todavía sin fecha, para buscar la jefatura de Estado como forma de defender la visión de cambio y desarrollo impulsada por el exmandatario. "El presidente Jovenel tuvo una visión y los haitianos no vamos a dejar que muera", dijo Etthiene al diario estadounidense The New York Times en sus primeras declaraciones a un medio tras el magnicidio.
En un lugar que no puede ser revelado en la Florida, Estados Unidos, Etthiene dio una nota mientras espera una nueva intervención en su brazo, en el que recibió un disparo durante la fatídica madrugada del ataque a la residencia presidencial del barrio Pelerin de Puerto Príncipe, la capital haitiana. Aunque el ex primer ministro Claude Joseph y el nuevo, Ariel Henry, se esmeraron por prometer elecciones presidenciales lo antes posible, la fecha no está resuelta y no parece siquiera cercana.
Algunas versiones señalan la chance de votar en enero de 2022, pero varios sectores, incluso de la oposición, juzgan que no es posible armar un operativo electoral en menos de un año. También está en suspenso el plan de reforma constitucional, que Moise pretendía someter a un referendo, aunque la Carta Magna vigente, paradójicamente, veta ese mecanismo.
"Cualquier consulta popular que pretenda modificar la Constitución por la vía de un referendo está formalmente prohibida", señala el texto de 1987, redactado después de las tres décadas de dictadura de la familia Duvalier (1957-1986). Todos los sectores sociales y políticos coinciden en líneas generales en la necesidad de una reforma, aunque cuestionaban la mecánica con la que Moise la pretendía llevar adelante.
En el único borrador del nuevo texto constitucional que se conoció antes del asesinato del mandatario, entre otras cosas, se otorgaban más poderes al presidente, se eliminaba la figura del primer ministro y se creaba la del vice.
De acuerdo a lo adelantado sobre el texto que pretendía proponer Moise antes de ser asesinado, entre las modificaciones más importantes estaba la posibilidad de hacer "desaparecer" el Senado como órgano de control del Ejecutivo y se habilitaba la chance de reelección después de un mandato de cinco años.
El coqueteo de Etthiene con la chance de ser candidata abrirá, seguramente, un debate hacia adentro de Tet Kale Party, el partido de centroderecha con el que Moise ganó las elecciones de 2016 y llegó a la jefatura del Estado más pobre de América Latina. Las elecciones en Haití suelen tener muy poca participación por varias razones, entre otras la violencia constante que vive el país y la falta de documentación de miles de ciudadanos.
De hecho, desde 1986 la asistencia a las urnas bajó constantemente y apenas el 18% de los haitianos con derecho a voto sufragaron en 2016, cuando se presentaron 27 aspirantes a la Presidencia. En otro tramo de la entrevista publicada este viernes Etthiene narró detalles de la noche del asesinato de su esposo y reclamó que se busque al verdadero ideólogo de la operación.
"Lo único que vi antes de que lo mataran fueron sus botas", contó la mujer, que relató que los asesinos solo hablaban español entre ellos. "Me dieron por muerta, mientras yacía junto a mi cama, sin poder respirar y con la boca llena de sangre", dijo. "Estaban buscando algo en el cuarto y lo encontraron", dijo, y reseñó que uno de ellos le pisó los pies y otro le pasó una linterna por los ojos.
Poco antes del ataque corrió a esconder a sus hijos en el baño, la única habitación de la casa sin ventanas, y confirmó que Moise llamó a Dimitri Hérard y Jean Laguel Civil, responsables de seguridad presidencial, en cuanto escucharon los primeros disparos fuera de la vivienda. "Quisiera que capturen a la gente que hizo esto, o si no, van a matar a todos los presidentes que asuman el poder", advirtió Etthiene. "Ya lo hicieron una vez. Lo van a volver a hacer", concluyó.