La Cumbre de los BRICS, que finaliza este jueves, fue albergada por Vladimir Putin, presidente de Rusia, en la ciudad de Kazán y sumó una serie de episodios controversiales.
Sin ser algo oficial, la Cumbre en Kazán amplió las posibilidades de un mercado interno del bloque. El papel muestra nombres y banderas de países miembros y candidatos.
La Cumbre de los BRICS, que finaliza este jueves, fue albergada por Vladimir Putin, presidente de Rusia, en la ciudad de Kazán y sumó una serie de episodios controversiales.
Partiendo del anfitrión del encuentro, pasando por afectados a conflictos en Medio Oriente como el presidente de Irán, sumando los discursos de Luis Arce (Bolivia) y Nicolás Maduro (Venezuela), y contando con la presencia de Recep Tayyip Erdoğan, presidente de Turquía, y al frente del segundo ejército más populoso de la OTAN, la más extraña estuvo en un papel.
Putin mostró, tras una de las rondas de conversación, un obsequio entregado desde su propio gobierno con el prototipo de diseño de un eventual billete propio del BRICS, el cual incluía a los países miembros y socios, pero también sumó a Argentina.
Con un diseño cargado de detalles, el papel de valor 100 muestra en su frente las banderas de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. En el dorso también se observan Baréin, Irán, Argelia, Bielorrusia, Afganistán, Venezuela, Egipto, Zimbabue, Kazajistán, Indonesia, México y Nigeria.
La aparición argentina en el billete del BRICS se trataría de un mero yero o “envalentonada” del diseñador, ya que también se han sumado banderas de países sólo aspirantes.
Aún no hubo manifestaciones oficiales por la inclusión argentina en el billete y el Ministerio de Relaciones Exteriores parece más ocupado en cuestiones mayores por la caza de brujas ante el nombramiento de las Islas Malvinas como “Falklands” en un comunicado.
A pesar de la aparición del nombre y la bandera albiceleste, el gobierno de Javier Milei, a través de la Cancillería de Diana Mondino, dejó en claro que rechaza la invitación formal de adhesión al bloque creado en 2009 con el fin de reforzar la economía del sur global.
Si bien, el libertario redujo la velocidad en sus críticas contra el Partido Comunista Chino, llegando a elogiar la relación económica y recibir un feliz cumpleaños de parte de Xi Jinping, la carta oficial al momento de la asunción y la reciente visita de Mondino a India reforzaron el concepto de alineación con el “mundo occidental”.
Este último concepto es cada vez más difuso al contar con Arabia Saudita, el mayor aliado estadounidense en Medio Oriente, como nuevo miembro del BRICS en simultáneo al ingreso de Irán. Los contrapuntos entre países vienen de fábrica en el bloque si se observa la relación de antaño y actualidad entre China e India, sumado a la tensión entre Etiopía y Egipto, ambos nuevos miembros, por la Gran Presa del Renacimiento Etíope.
La idea de “occidente” y “sur global” se sostienen desde ambos espacios y fue reforzado en las últimas horas en Kazán, partiendo de la búsqueda de un nuevo sistema económico para los “oprimidos” y los no desarrollados, pero empieza a presentar grietas con la aparición de Turquía. Los turcos no forman parte de la Unión Europea, pero sí de la OTAN.
A nivel latinoamericano, el mayor argumento en contra que el gobierno de Milei encuentra para alejarse de este cónclave de líderes es la aparición de Luis Arce y Nicolás Maduro, ambos cuestionados por el presente de sus países, principalmente el segundo. El stand-by en la lucha mediática con Lula da Silva, acompañada de la protección brasileña de la embajada argentina en Caracas, no parece ser suficiente para la presencia del libertario.