El presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putin, recibió este miércoles al líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong-un, a su llegada al territorio del cosmódromo Vostochni, situado en la provincia de Amur
El presidente ruso se reunió con el par de Corea del Norte en cosmodromo Vostochni y manifestaron el interés de sostener la amistad.
El presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putin, recibió este miércoles al líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong-un, a su llegada al territorio del cosmódromo Vostochni, situado en la provincia de Amur
Se trata de una particular visita protocolar del mandatario norcoreano en medio de la escalada del conflicto con Ucrania en lo que respecta al apartado geopolítico, la postura rebelde ante el G20 y la ampliación del BRICS.
"Me alegro mucho de verle. Especialmente en una ocasión como ésta, el 75.º aniversario de la fundación de la República Popular Democrática de Corea, el 70.º aniversario de la victoria en la Guerra de Corea, que tuvo lugar entre 1950 y 1953 y el 75 .º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas. Este es nuestro nuevo puerto espacial, me gustaría enseñárselo", dijo Putin a Kim mientras se daban la mano.
Antes de recibir al líder norcoreano, Putin señaló que discutirán "todas las cuestiones sin prisa", al tiempo que confirmó que el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, que visitó Corea del Norte en julio, también participará en las conversaciones.
Por su parte, Kim declaró que Pionyang "siempre" estará del lado de Moscú "en la lucha contra el imperialismo".
"Rusia se ha levantado ahora para defender su soberanía estatal y proteger su seguridad. Queremos seguir desarrollando las relaciones, siempre hemos apoyado a Putin y al Gobierno ruso. Espero que siempre estemos juntos en la lucha contra el imperialismo y por la construcción de un Estado soberano", subrayó Kim.
El líder norcoreano subrayó que su visita oficial a Rusia tiene lugar en un "momento especial", y resaltó que el desarrollo de los lazos con la nación euroasiática es ahora "la principal prioridad" para su país.
Analistas desde Estados Unidos creen que la visita terminará con un acuerdo de venta de armas, ante la necesidad de nuevos equipamientos ante la extensión de la invasión.
Las sospechas de Washington radican en la necesidad de Moscú en adquirir nuevos suministros de municiones y proyectiles, después de más de 18 meses de guerra con Ucrania, y en la falta de efectivo y alimentos que sufre Pyongyang, debido a años de sanciones internacionales por su programa de armas nucleares.
Este lunes, la Casa Blanca instó a Corea del Norte a “no proporcionar ni vender armas a Rusia”.
El martes pasado, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, advirtió que Corea del Norte “pagará un precio” si llega a un acuerdo de armas con Rusia.
La advertencia de Washington sobre lo que se podría ofrecer durante esta posible reunión se produjo después de que el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, visitara Pyongyang en julio en un intento de convencer al país que vendiera municiones de artillería a Moscú.
Corea del Norte ya está bajo sanciones impuestas por las Naciones Unidas y Estados Unidos por su programa de misiles balísticos, el cual siguió desarrollando a un ritmo vertiginoso durante los últimos dos años.
En ese período probó docenas de misiles, incluidos los balísticos intercontinentales (ICBM), que en teoría podrían lanzar una ojiva nuclear sobre el territorio continental de Estados Unidos.
Analistas estimaron que si Kim consiguiera tecnología de Rusia, líder mundial en fuerzas de misiles nucleares durante décadas, sería un impulso para sus programas y una gran preocupación para los líderes occidentales, según la cadena de noticias CNN.
En tanto, Moscú necesita municiones y armas pequeñas -áreas donde los analistas dicen que Pyongyang tiene fuertes capacidades de producción- para usar en el frente de Ucrania.