Fuerzas rusas realizaron este sábado "incesantes bombardeos" en el este de Ucrania en su intento de conquistar la provincia de Donetsk, indicaron autoridades ucranianas, mientras que el Kremlin informó que destruyó un almacén con armamento enviado por Estados Unidos.
"Toda la línea de frente está bajo un bombardeo incesante", afirmó el gobernador regional de Donetsk, Pavlo Kirilenko, leal a Kiev, en un mensaje dirigido por la plataforma Telegram.
Las fuerzas rusas afirman controlar toda la provincia de Lugansk, de manera que, si logran avanzar en lo que resta de Donetsk, contarán con la ocupación absoluta de la rica cuenca minera de Donbass, que ya estaba parcialmente en manos de los separatistas prorrusos desde 2014.
En esta provincia, Sloviansk y su ciudad gemela Kramatorsk se anuncian como los próximos objetivos de Moscú a cuatro meses y medio de iniciada la guerra.
En ese marco, el gobernador de Lugansk, Sergii Gaidai, declaró ayer que las fuerzas invasoras "atacan desde varias direcciones" a la provincia lindera.
"Continúan los intentos de penetrar profundamente en la región vecina a lo largo de la frontera administrativa. Están atacando desde varias direcciones", dijo en su cuenta de Facebook.
"Nosotros intentamos contener sus formaciones armadas a lo largo de la línea del frente (..) pero cuando no pueden avanzar, crean un verdadero infierno, bombardeando todos los territorios posibles", advirtió en declaraciones reproducidas por la agencia de noticias AFP.
La vice primera ministra ucraniana, Iryna Vereshuk, citada por la prensa, urgió a la población de las zonas ocupadas por los rusos a evacuar por todos los medios, y advirtió que habría "combates masivos".
En ese marco, el Estado Mayor ucraniano informó este sábado de bombardeos rusos en el este y en Jarkov, pero sin ofensiva terrestre, salvo un intento en Dolomitne, cerca de Bakhmut, en el este.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso destacó en su parte del día que destruyó un almacén con armamento enviado por Estados Unidos.
"En las cercanías de la localidad de Chasiv Yar fue destruido con armas de alta precisión un hangar con obuses estadounidenses M-777 de 155 milímetros y hasta 30 combatientes ucranianos que bombardeaban las zonas residenciales de Donetsk", informó el portavoz de la cartera Igor Konashenkov.
"Los sistemas rusos de defensa antiaérea destruyeron 15 drones ucranianos en el último día", indicó también el comunicado citado por la agencia de noticias Sputnik.
En tanto, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, advirtió nuevamente sobre los riesgos de una inacción ante la invasión: "Los ojos de todos los movimientos y regímenes políticos agresivos en el mundo están puestos en lo que nos hace Rusia", escribió en Instagram.
"¿Podrá el mundo llevar ante la justicia a los verdaderos criminales de guerra?", preguntó, advirtiendo del riesgo de "centenares de agresiones más" si el mundo no reacciona.
En ese marco de respaldo internacional, hasta 10.000 soldados ucranianos llegarán al Reino Unido para un entrenamiento militar especializado que durará varias semanas, informó el Ministerio de Defensa británico.
El Gobierno, que hasta ahora invirtió unos 2.800 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania, también adquirió rifles de asalto AK para el entrenamiento, de modo que los soldados ucranianos puedan entrenar con las armas que utilizarán en el frente.
Estados Unidos también estuvo brindando capacitación al ejército ucraniano, con oficiales superiores estudiando en Fort Leavenworth en Kansas.
El presidente Zelenski visitó ayer a las tropas locales que defienden la región de Dnipropetrovsk, en el este del país, en un gesto de respaldo simbólico en pleno avance de las fuerzas rusas en el Donbass.
"Gracias por su trabajo y por el heroísmo con el que defienden nuestro país, a las familias ucranianas y la soberanía de Ucrania", manifestó el mandatario, según unas declaraciones divulgadas por su oficina y recogidas por la agencia Europa Press. Y agregó: "¡Ojalá salgamos victoriosos! ¡Gloria a Ucrania!".
La visita de Zelenski se da después de que el jueves el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtiera que la ofensiva militar lanzada por su país en Ucrania aún no había empezado "en serio".
"Todos deben saber que aún no hemos empezado en serio" la ofensiva en Ucrania, dijo Putin durante una reunión con los líderes de los grupos parlamentarios rusos, retransmitida por televisión.
EEUU y China llegan a un "consenso" para bajar la tensión
Los jefes de la diplomacia de Estados Unidos y China, Antony Blinken y Wang Yi, celebraron ayer una reunión "constructiva" en Bali en la que se alcanzó un "consenso" para mejorar las relaciones entre sus países, en momentos en que ambas potencias buscan apaciguar tensiones.
"Ambas partes, sobre la base de reciprocidad y de mutuo beneficio, llegaron a un consenso para que el grupo de trabajo conjunto sino-estadounidense obtenga más resultados", dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores chino.
Poco antes, Blinken había asegurado que, "pese a la complejidad" de las relaciones, las conversaciones fueron "útiles, francas y constructivas".
Aun cuando señaló que la actitud de China hacia Taiwán, una isla democrática que Beijing considera parte de su territorio y que prometió retomar algún día, seguía siendo un problema para Washington, inquieto por la creciente presión militar china.
"Expresé la profunda preocupación de Estados Unidos por la retórica y las actividades cada vez más provocadoras de Beijing con respecto a Taiwán y por la importancia vital del mantenimiento de la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán", agregó Blinken en conferencia de prensa, tras cinco horas de reunión con Wang.
El secretario de Estado afirmó que también pidió a su homólogo chino tomar distancia con Moscú y condenar la "agresión" rusa contra Ucrania.
"Realmente es el momento de que todos nos levantemos, como lo han hecho los países del G20 uno tras otro, para condenar la agresión y exigir, entre otras cosas, que Rusia permita el acceso a los alimentos bloqueados en Ucrania", aseguró Blinken, quien dijo no haber percibido "ninguna señal" de cooperación por parte de Rusia.
Daniel Kritenbrink, principal diplomático estadounidense para Asia del Este, dijo antes del encuentro que Estados Unidos buscaría "hacer todo lo posible para evitar cualquier error que pueda llevar inadvertidamente a un conflicto".
La posición estadounidense sobre China se endureció en los últimos años. Además de la cuestión de Taiwán, Biden mantuvo lo fundamental de la línea dura de su antecesor, Donald Trump, en su relación con Beijing.
Pero en un discurso reciente, dejó claro que Washington no busca una nueva "Guerra Fría".
Se espera que el Gobierno de Biden levante algunos aranceles que impuso Trump a los productos chinos para aliviar la inflación, que se ha convertido en un problema político en Estados Unidos.