"Haga lo que haga Estados Unidos, China tiene la capacidad y la experiencia (necesarias) para defender los intereses de los chinos y del país", dijo el Ministerio de Comercio chino.
A pesar de que la semana pasada parecía haberse relajado, la disputa comercial entre Estados Unidos y China volvió a tensarse en las últimas horas: el presidente Donald Trump se mostró dispuesto a seguir adelante con su plan de imponer aranceles adicionales a Pekín, que criticó ese anuncio.
"Haga lo que haga Estados Unidos, China tiene la capacidad y la experiencia (necesarias) para defender los intereses de los chinos y del país", dijo el Ministerio de Comercio chino.
"China no quiere luchar, pero no tiene miedo a hacerlo en una guerra comercial", afirmó la portavoz del Miniseterio de Exteriores, Hua Chunying, para quien el anuncio de Washington es "contrario al consenso" alcanzado previamente por ambos países en Washington.
Pekín responde así al anuncio de la Casa Blanca de que el 15 de junio dará a conocer una lista con los productos chinos que se verán afectados por aranceles por un monto de 50.000 millones de dólares, que ya se habían dado a conocer en marzo. Además, "poco después" del 15 de junio se emitirán aranceles adicionales por 25.000 millones de dólares.
El anuncio de Trump llegó a pesar de unas negociaciones entre Pekín y Washington en las que se registraron avances. Estados Unidos se comprometió a implementar aranceles adicionales por 150.000 millones de dólares mientras las negociaciones continuasen y China se mostró dispuesta a adquirir en el futuro más bienes y servicios estadounidenses.
Washington se dirige ahora sobre todo a la protección de la propiedad intelectual y la transferencia de tecnología. Estados Unidos quiere limitar esta transferencia, así como determinadas inversiones. La lista correspondiente se presentará el 30 de junio y "poco después" se implementará.
Las compañías estadounidenses que operan en China advirtieron este miércoles sobre las consecuencias de una escalada de la disputa comercial entre Pekín y Washington.
Existe una gran preocupación por que "las tensiones lleven a una guerra comercial con medidas de represalia por ambas partes", según un informe de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Pekín. Una disputa continua "posiblemente lleve a un mayor deterioro de las relaciones bilaterales, incluidas las comerciales", añade.
Para Lester Ross, director del Comité de Política de la Cámara de Comercio, el anuncio de Trump podría ser una técnica de negociación previa a la llegada a Pekín de una delegación estadounidense encabezada por el secretario de Comercio, Wilbur Ross.
"No creemos que los aranceles sean la forma adecuada de proceder", apuntó Lester Ross. "Pero los aranceles o la amenaza de aranceles son una táctica de negociación muy últil y poderosa", agregó. "Y en la medida en que han ayudado a llevar a China a la mesa de negociones de una forma más seria que en el pasado, pensamos que es muy útil".
"Romper un acuerdo para conseguir un acuerdo mejor es una mala costumbre de Washington", escribió, sin embargo, el diario estatal chino "Global Times", según el cual China no permitirá esas prácticas.
El pedido del FMI
El Fondo Monetario Internacional (FMI) hizo este miércoles un llamamiento a ambas partes para que pongan fin a su guerra comercial.
"Pensamos que para ambas partes es importante colaborar y relajar (la situación) para evitar cualquier tipo de tensiones", afirmó ante un grupo de periodistas en Pekín el representante para China del FMI, Alfred Schipke.
Los aranceles anunciados ni siquiera son las peores cargas para las economías de mercado, apuntó Schipke, que considera más grave la inseguridad desatada entre los consumidores, inversores y en los mercados financieros como consecuencia del conflicto. "Las tensiones comerciales no son una ventaja para nadie", señaló.
Con información de dpa.