(Desde Israel)
El funcionario del PRO y ex dirigente de la DAIA llegó a Israel donde vive su hijo, para apoyar a las víctimas del terrorismo de Hamas. Su visión de la repercusión en Argentina.
(Desde Israel)
El ex diputado nacional, referente del PRO y funcionario de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Waldo Wolff, viajó nuevamente a Israel para visitar a su familia, pero también para reunirse con familiares de desaparecidos y asesinados por Hamas. En ese contexto, conversó en exclusiva con El Litoral, donde mostró el tatuaje que se hizo el día de la masacre del 7 de octubre, y explicó cómo observa todo lo que se generó a partir de esta escalada bélica generada por el terrorismo.
-¿De qué se trató tu visita?
-Me vine una semana, yo tengo un hijo que vive acá en Israel, y vienen las elecciones y pedí licencia una semana y me vine para estar con él. Además, como judío, hijo de la comunidad judía argentina, de sus instituciones, tengo muchos amigos acá, tengo muchos amigos con familiares desaparecidos, visité una historia que me marcó muchísimo, como todas, pero visité a la prima de la madre de los dos “chicos coloraditos”, uno de 10 meses y otro de 4 años, que además a la madre de su prima y al padre los mataron, o sea que esta chica me decía “con 32 años, me estoy ocupando de buscar a mi prima con su marido y sus dos hijos y enterré a mis dos tíos”. Así que me vine a estar, a darle un abrazo a mi hijo, a estar acá acompañando a los familiares desaparecidos.
-Teniendo como parámetro tu vida y tu pertenencia, ¿cómo definirías este momento que están pasando como pueblo judío puntualmente?
-Mirá, y perdón que sea autorreferencial, pero soy hijo de un sobreviviente del holocausto, mi padre desde muy chiquito emigró a la Argentina, con 6 años, pero yo me crié con la comunidad judía alemana, con parientes que vivieron el holocausto. Incluso, una hermana mía que falleció, su segundo nombre era Berta, por una tía de mi padre que murió en Auschwitz. Pero eran historias de otros, y cuando vos escuchás acá las historias de salvajes entrando a casas, secuestrando, matando, asesinando gente, es un antes y un después. He visto, conozco a la sociedad israelí muy bien, y nunca la vi tan unida, tan triste pero convencida. Hay un antes y un después, y con estos seres no va a haber paz porque no hay arreglo posible, no es un tema de territorio, y el que no está acá no lo entiende.
-¿Qué significa esto para la Argentina? Con la historia que además tiene Argentina en la cuestión.
-En Argentina, hacer silencio es un acto de antisemitismo. Porque vos tenés 25 argentinos que están desaparecidos por ser judíos. En un país que tuvo las desapariciones forzadas de la dictadura, la Secretaría de Derechos Humanos, históricamente -y está muy bien-, ha reclamado por los desaparecidos. Entonces, uno se pregunta por qué no reclama por los desaparecidos argentinos judíos. ¿Es porque son judíos? ¿Es porque se lo merecían por estar en Israel? Así que, también hay un antes y un después. Para mí, Pietragalla, como algunos integrantes del partido del FIT, lo dije claramente y siendo funcionario, son partidos terroristas. O sea que son partidos que reivindican un partido político como Hamas, que no es un partido político, es un partido terrorista, que en su constitución, en su carta magna, tiene la premisa de eliminar al Estado de Israel y borrar a los judíos de la faz de la tierra. Lo dice en su proclama. Así que creo que en la Argentina también se ha trazado una línea donde queda claro que hay partidos manifiestamente antisemitas. La gran parte de la izquierda, claramente.
-¿En algún momento alguien del oficialismo, de cualquier nivel, se contactó con vos por tu rol en la comunidad judía?
-El oficialismo también es una gran melange, ¿no? Tenés el peronismo, que tiene gente más alineada al mundo occidental y otros alineados a Irán. Tampoco tienen que contactarse conmigo. Ahora, los que hilamos fino, y vos ves la solicitada que sacó el Poder Ejecutivo en los diarios, a Hamas no lo llaman grupo terrorista. Yo no tengo problema en discutir políticamente de territorio, pero lo que creo que el mundo no había validado nunca es el secuestro y desaparición de civiles. Entonces, vuelvo a lo mismo: para mí, el silencio es un acto de antisemitismo.
-Que no sea Hamas considerado un grupo terrorista en Argentina formalmente, ¿es también en parte culpa de la oposición porque no lo haya tratado así en el Congreso?
-Puede ser. Más allá del tecnicismo, yo creo que la oposición se ha manifestado de manera enérgica en eso. Lo ha llamado con nombre y apellido.
-Pero digo que formalmente el Estado argentino no denomina a Hamas, como a tantos otros grupos, como terroristas...
-Bueno... este signo político firmó un memorándum con Irán. Yo fui perseguido por eso, estuve procesado por traición a la patria por ese tratado, porque me inventaron una causa. Conozco sus vínculos. Estuvieron en la asunción de Ortega, Daniel Capitanich, en Nicaragua, cuando había un tema de las alertas rojas requerido por la justicia argentina y se quedaron callados.